El futuro de Jugamos en casa, el concurso que presentan de lunes a viernes Los Morancos en las tardes de La 1,  se torna oscuro. Según ha confirmado RTVE, las grabaciones del programa han sido paralizadas a causa de sus bajos datos de audiencia.

La cadena, sin embargo, tiene intención de seguir emitiendo las entregas ya grabadas y que, a día de hoy, suman doce. "Si en ese tiempo aumenta la audiencia, no se descarta seguir grabando", aseguran desde RTVE, que prefieren hablar de un parón momentáneo pese a que no niegan que si el esperado vuelco de números no se produce —algo altamente improbable— el espacio desaparecerá de la parrilla, previsiblemente, a principios de julio.

Ya en su estreno, hace solo semana y media, el programa, que conjuga humor, pruebas de destreza y concursantes famosos y anónimos, marcó un humilde 6,3% de cuota de pantalla (625.000 espectadores), lo que supone unas décimas menos respecto al 7% que habituaba a registrar La 1 en esa misma franja horaria.

El adelanto de unas dos horas en su emisión, con el que La 1 trató de evitar este lunes un nuevo desastre, no solo no mejoró las cifras, sino que acompañó el mínimo histórico del programa (3%).

La noticia se suma a otras retiradas precipitadas que ha protagonizado recientemente RTVE, una cadena que, en los últimos años, ha sufrido pérdidas de audiencia y otras calamidades.

El pasado día 9, La 1 anunciaba la cancelación de Así de claro, el espacio de tertulia política presentado por Ernesto Sáenz de Buruaga. La noticia llegaba  solo dose semanas después de su estreno y tras cosechar unos datos de audiencia discretos (un 6,5% en su lanzamiento) y de provocar un aluvión de críticas en las redes sociales.

Poco antes, el 20 de abril, el programa de variedades La alfombra roja Palace, presentado por José Luis Moreno, era retirado de la parrilla de La 1 un mes después de su primera emisión. El ente público argumentó entonces que el espacio no había conseguido "satisfacer las expectativas de la audiencia" (su cuarta emisión, por ejemplo, no logró superar el 6%). Ya con anterioridad el espacio había sido cuestionado por su falta de calidad.