Tribunales.- El acusado de abusar de la hija de su pareja dice que "jamás" la tocó

La pequeña contó a su madre que el hombre le decía y hacía "cosas feas" que no le "gustaban" cuando la bañaba o estaban en el sofá

El acusado de abusar sexualmente de la hija de su pareja ha admitido que cuidaba de la menor, que en el momento de los hechos tenía unos 9 años, ya que la bañaba o jugaba con ella, pero "en ningún caso" le hizo tocamientos o pellizcó. "Jamás", ha asegurado F.O.F., para quien la pequeña era como "una hija más".

Así lo ha dicho este miércoles en el juicio celebrado contra él en la Audiencia de Cantabria, en el que también ha declarado la víctima, aunque no ha respondido a las preguntas formuladas, y su madre y expareja del acusado, que denunció los hechos.

Según ha explicado la mujer, interpuso la denuncia después de que su hija le contara que el hombre —para el que piden más de cinco años de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales— le decía y hacía "cosas feas" que no le "gustaban", ya que la "agarraba", "pellizcaba" o decía "ay, mis tetitas" y "mi chochete" cuando la bañaba o cuando estaban en el sofá del salón.

De acuerdo con las versiones de los declarantes, el acusado y la mujer mantuvieron una relación sentimental entre agosto de 2011 y febrero de 2012, tiempo durante el cual F.O.F. "muchas veces" se quedaba "a solas" con la menor.

Pero "en ningún caso" le hacía tocamientos o pellizcaba, ha asegurado el hombre, que ha especificado que cuando bañaba a la niña (a veces cuando estaba "sola" y otras en presencia de la madre) le llenaba la bañera de agua y jugaba con "peluches o patitos de goma". También le echaba jabón por el cuerpo y se lo retiraba, de modo que si le "tocaba el pecho", lo hacía "con la esponja". "Lo normal", ha apostillado.

También ha negado que le profiriera expresiones como "ay mis tetitas" o "mi chochete". "Nunca", ha sentenciado F.O.F., que no sabe por qué la niña refiere esas expresiones y ha asegurado que se quedó "asombrado" cuando se enteró de la denuncia, presentada unos tres meses después de romper con su pareja.

Así, el hombre ha negado tocamientos con ánimo libidinoso, algo que "jamás" haría ya que él tiene dos hijos y la pequeña era para él como "una hija más".

Por su parte, la madre de la víctima ha explicado que denunció los hechos después de que la niña le comentara un día, mientras regresaban a casa, que a ver si se "libraban" de él y las dejaba "tranquilas", y a pesar de que la relación entre ambos -el hombre y la menor- durante el tiempo de convivencia "aparentemente era buena".

Ante este comentario, y a preguntas de su progenitora, la pequeña manifestó que el hombre le decía y hacía "cosas feas", que no le "gustaban", como que la "tocaba" y "pellizcaba" (y señalaba la zona del pecho y la vagina) cuando la bañaba. También le refirió la menor las citadas expresiones, ante lo que la mujer ha asegurado que su hija "nunca había usado palabras como tetitas o chochete".

Al hilo, la madre ha apuntado que si bien no prohibió a su pareja que bañara a la niña, —cosa que no le "hacía gracia"— la "costumbre" era que se encargara ella, aunque se limitaba -ha dicho- a ayudarla a lavarse la cabeza, ya que la pequeña "se bañaba sola".

Fotos de arañazos

En su declaración, la mujer -así como su madre y hermana, abuela y tía de la menor, respectivamente- se han referido a unos arañazos que apreciaron por Navidad en el cuerpo de la pequeña mientras la bañaba su tía. Ante esto, la abuela hizo unas fotos para enseñárselas a un médico compañero suyo de trabajo, pues pensaban que podía ser un herpes o rozaduras.

Pero el doctor les dijo que las marcas se debían a que la habían "arañado o apretado". Ante esto, la abuela regañó a su hija, y le dijo que cuando F.O.F. jugara con la pequeña fuera "más suave" y "no tan burro" con ella. Y al preguntar a la niña por los arañazos, han señalado que primero "no decía nada" y luego "agachaba la cabeza y lloraba".

En la sesión también ha declarado una agente de la Guardia Civil encargada de la exploración a la víctima tras la denuncia, para conocer la relación con el acusado y tratar de averiguar lo ocurrido. En la sesión, que se prolongó durante casi dos horas, "costó bastante" que la niña se abriese a hablar del tema, y durante la misma no tuvo una "actitud normal", ya que "cada dos por tres lloraba" y decía que "no quería repetir" lo que ya había contado a su madre.

Aún así, la agente ha indicado que la niña citó textualmente que el hombre le "tocaba el chochete y las tetitas", a veces en el baño -donde incluso "se metía" en la bañera con ella- y más frecuentemente en el salón, mientras ella estaba "en pijama" y él "en calzoncillos". La niña también manifestó a la guardia civil que si bien no le había hecho "daño", sí le había dicho cosas "feas" que no le "gustaban".

De su lado, los peritos encargados del informe psico-social -realizado en octubre de 2012 en base a un relato libre y preguntas más centradas en los hechos- han señalado que el mismo "no toca" contenidos de tipo sexual, aunque ello no indica que no haya habido abusos.

Tras apuntar que hay que tener en cuenta variables como el tiempo transcurrido o el estado de maduración de la menor, los expertos han apuntado que al ser cuestionada por los tocamientos, la niña señalaba dónde se habían producido y aseveraba que habían sido "muchas veces", con "pellizcos" y "cosquillas". Sobre estas últimas, han admitido la posibilidad de que una menor, "por vergüenza", se refiera a "cosquillas" cuando en realidad es de algo de "contenido sexual".

Relación "insana"

Por otro lado, sobre la relación que mantenía con su compañera, y que se prolongó durante unos seis meses, F.O.F. ha manifestado que era "insana", ya que estaba marcada porque ella tenía "muchos celos". Y ha detallado al respecto que en una ocasión le dejó "encerrado en casa" y en otra, "en calzoncillos en la calle".

Y tras indicar que por este tipo de hechos denunció a su pareja, aunque luego retiró la acusación, el hombre ha señalado que también fue denunciado por la mujer, —en el mismo momento en que interpuso la denuncia por los supuestos abusos a la niña, en junio de 2012, y cuando él estaba saliendo con otra chica, al parecer amiga de ella— y condenado por un delito de violencia de género.

Ha precisado en este punto que la denuncia, "por celos", fue presentada tanto contra él como su nueva compañera sentimental, y a los "pocos días" de haberle avisado su expareja y madre de la niña de que se iba a "arrepentir" y que se "atuviera a las consecuencias" porque él no "contestaba" a sus mensajes. En relación a la ruptura, mientras F.O.F. ha dicho que fue él quien la dejó, ella ha asegurado que lo dejaron "mutuamente".

En otro orden de cosas, tanto la abuela como la tía de la víctima han asegurado no tener "mucha relación" o "gran trato" con el acusado, extremo que ha negado éste en su derecho a la última palabra. "Es falso", ha sentenciado F.O.F. para asegurar que iba a casa de la madre de su pareja "todos los días" y que ha comido "mil veces" allí.

Elevadas a definitivas las conclusiones

Tras la declaración del acusado, la víctima y los testigos, las partes han elevado a definitivas sus conclusiones, de modo que la Fiscalía mantiene la solicitud de cinco años de cárcel, al considerar el relato sobre lo ocurrido "coherente" y "reiterado". "Sopla el viento hacia la vela de que son abusos sexuales", ha apuntado el fiscal.

La Acusación Particular, que se ha ratificado en los cinco años y medio, opina que la "mejor declaración" es el "silencio" de la niña en el juicio, y la Defensa, que solicita la absolución, ha destacado que la menor no ha declarado porque "no recuerda nada". También ha subrayado que el comportamiento de la niña cambió cuando contó lo ocurrido, "meses después" de que tuvieran lugar los supuestos abusos. Asimismo, en caso de ser condenado, ha pedido la atenuante de dilaciones indebidas.

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