Informe de Loyola Andalucía insta a reformar la estructura productiva y el mercado laboral para ganar en flexibilidad

El estudio Loyola Economic Outlook, realizado por la Universidad Loyola Andalucía, ha instado este martes a realizar una reforma de la estructura productiva y del mercado laboral en Andalucía y España teniendo en cuenta que, a pesar de las previsiones de crecimiento del PIB para 2015 --un 2,8% para la región y un 3,1% a nivel nacional--, la tasa de paro sigue siendo muy alta por falta de flexibilidad.
Manuel Alejandro Cardente, Manuel Ángel Martín y Ricardo Molero.
Manuel Alejandro Cardente, Manuel Ángel Martín y Ricardo Molero.
EUROPA PRESS
Manuel Alejandro Cardente, Manuel Ángel Martín y Ricardo Molero.

El estudio Loyola Economic Outlook, realizado por la Universidad Loyola Andalucía, ha instado este martes a realizar una reforma de la estructura productiva y del mercado laboral en Andalucía y España teniendo en cuenta que, a pesar de las previsiones de crecimiento del PIB para 2015 —un 2,8% para la región y un 3,1% a nivel nacional—, la tasa de paro sigue siendo muy alta por falta de flexibilidad.

Según el director del Departamento de Economía de la Loyola Andalucía, Manuel Alejandro Cardenete, las estimaciones de PIB apuntan a "un retraso en el crecimiento" en la comunidad andaluza comparación a España. "Perdemos ritmo y nos quedamos algo atrás", ha subrayado en la presentación del estudio de proyecciones macroeconómicas de primavera de este año.

Así, ha detallado que esta situación es consecuencia de un sector exterior que "ya no tiene más recorrido" y un consumo interno influenciado por una tasa de paro muy alta, por lo que ha instado realizar una reforma de la estructura productiva y del mercado laboral.

Según los cálculos de la Loyola Andalucía, la tasa de paro en 2015 en Andalucía se situará entre el 31 y el 32 por ciento, mientras que a nivel nacional estaría entre el 21 y el 22 por ciento. Estas cifras "mejoran las previsiones desde febrero de 2015".

Respecto al IPC, considera que se producirá una subida de los precios en el segundo y tercer trimestre del 0,3 por ciento y el 0,4 por ciento, respectivamente, situándose el dato de inflación anual en una senda ascendente en torno al 0,0-0,5 por ciento.

Entorno internacional

El estudio destaca que si algo caracteriza al patrón de crecimiento mundial es la complejidad de las fuerzas y dinámicas concurrentes: tendencias a medio y largo plazo, shocks a escala global y algunos factores que singularizan la casuística de ciertos regiones o de determinados países.

En el contexto global, las expectativas sobre el crecimiento económico siguen siendo favorables, aunque con diferentes tonos entre países, sin tensiones inflacionistas a corto plazo y manteniendo, en general, las previsiones de inflación a largo plazo en niveles inferiores a los objetivos de política monetaria.

El crecimiento moderado que experimenta la economía mundial se justifica por el freno que ha sufrido la actividad en Estados Unidos, la desaceleración del grueso de las economías emergentes y por otras circunstancias como son los efectos favorables de un petróleo, todavía barato y por la orientación de las políticas de las principales autoridades monetarias, entre las que conviene destacar el programa de compra de deuda pública impulsado por el Banco Central Europeo (BCE).

A pesar del riesgo que supone la falta de acuerdo entre las instituciones europeos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Grecia, sobre la refinanciación del servicio de su deuda, mejoran las perspectivas de crecimiento en la zona euro, con un protagonismo especial para Alemania y España. El consumo privado y las exportaciones compensan la debilidad de la inversión.

Por su parte, la relajación de las condiciones de financiación y la depreciación del euro, como resultado de la política monetaria expansiva del BCE, junto con un comportamiento favorable del precio del petróleo, están siendo cruciales para que la recuperación se consolide en esta zona.

Los próximos movimientos de la Reserva Federal, en función de la interpretación que dicho organismo haga de lo ocurrido en el ámbito interno durante los primeros meses del año, cobrarán especial protagonismo.

De enero a marzo de 2015 el PIB estadounidense creció sólo un 0,1 por ciento intertrimestral. El freno a la actividad se justifica por la menor inversión de capital en el sector de la energía, y por el acusado descenso de las exportaciones. Además, un duro invierno, un dólar que se ha apreciado más rápidos de lo esperado, algunos conflictos laborales y el débil crecimiento global han sido factores que también influyeron negativamente. Por el contrario, el consumo interno contribuyó de manera favorable el avance del PIB.

A pesar del carácter temporal de esta desaceleración, el menor ritmo de avance he levantado algunas dudas sobre la solidez del crecimiento y el previsible impacto de la apreciación del dólar.

Con respecto a los países emergentes, su ritmo de crecimiento sigue siendo muy moderado, destacando los casos de las economías de China, Brasil o Rusia y las de algunos países exportadores de petróleo. En China, el crecimiento económico se ha visto condicionado por la mejor contribución de la inversión y también por algunas medidas de política económica cuyo objetivo ha sido limitar la fuerte expansión del crédito el 'boom' inmobiliario.

Las perspectivas para Brasil se ven afectadas por la sequía, el endurecimiento de las políticas macroeconómicas y la falta de empuje del sector privado. En el caso de Rusia, las perspectivas de crecimiento evidencian el impacto económico de la fuerte caída de los precios del petróleo y el recrudecimiento de las tensiones geopolíticas.

Competitividad externa a nivel regional

En este estudio, la Universidad de Loyola Andalucía ha presentado un análisis comparativo de la situación en la que se encuentra Andalucía en relación a tres dimensiones determinantes de la competitividad: el entorno empresarial, la especialización productiva y el comportamiento empresarial.

Entre las conclusiones, destaca que la crisis se encuentra lejos de haberse convertido en una oportunidad para mejorar la posición que la economía andaluza ocupa en relación a otras regiones europeas. El principal desafío al que se enfrenta la región es la alteración de su especialización productiva y comercial.

Para esto, todo el trabajo pendiente a realizar fundamentalmente en el ámbito de la formación y la investigación deben iniciarse simultáneamente tanto desde el ámbito público como desde el privado.

Preguntado sobre los sectores que pueden tirar de Andalucía, Cardenete ha señalado que la agricultura unida al ámbito agroalimentario, las extractivas, los servicios destinados a la venta, especialmente, a la tercera edad y el sector aeronáutico pueden ser importantes.

Por último, el presidente del Consejo Empresarial de Economía, Financiación y Pymes de la CEA, Manuel Ángel Martín, ha destacado la "paralización" de la Administración andaluza por una "excesiva judicialización" y ha pedido que la nueva normativa de la Junta no suponga un "más burocracia ni impedimento".

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