La Unión Europea quiere que la industria deje voluntariamente de anunciar comidas poco sanas para los niños pequeños, como medida para combatir la obesidad infantil. Si no se siguen sus recomendaciones, la UE se planteará leyes más restrictivas, anunció ayer el comisario europeo de Salud, Markos Kyprianou. Se calcula que en Europa hay 21 millones de niños obesos o con sobrepeso.