Los trabajadores de Ballesteros y Moral SL, empresa de Andújar (Jaén) dedicada al comercio al por mayor de forja, han vuelto a acceder a sus puestos dentro de las instalaciones de la compañía, desde donde están realizando "lo máximo posible para que la empresa no pare".

Así lo ha indicado este jueves a Europa Press el delegado sindical de CCOO en la empresa, Manuel Peña, quien ha apuntado que fue el pasado martes por la tarde cuando la plantilla, compuesta por 14 personas, pudo acceder al interior de la oficina, adonde uno de los dos socios de la firma —Manuel Ballesteros— no les "dejaba acceder" e incluso había "cambiado la cerradura de la puerta", según alertó el citado sindicato esta semana, que reclamó por ello la intervención de la Inspección de Trabajo en este conflicto.

Según ha apuntado Peña, fue el martes por la tarde cuando los trabajadores pudieron acceder al interior de la oficina a través de una puerta que comunica ésta con las naves de la empresa, y ello gracias a la llave con la que cuenta el otro socio de Ballesteros y Moral —al que supuestamente tampoco dejaban entrar en la oficina— y que corresponde a una puerta que da acceso a las naves, según ha explicado.

El representante sindical, que considera que el otro socio es "una víctima" de esta situación, ha indicado que cuando accedieron a la oficina encontraron a dos personas que "estaban manipulando el servidor" informático, "habían abierto los correos electrónicos" de los empleados y "tocado las licencias de los programas de gestión".

Según la versión de Peña, estas personas llegaron a "llamar a la Policía indicando que los trabajadores habían entrado con violencia" a la oficina, algo que ha negado, y que cuando se personaron los agentes ambos "se marcharon".

Los trabajadores indicaron a los agentes que estas personas eran "ajenas a la empresa" y, por tanto, "no podían estar allí", aunque no se procedió a su "identificación" por parte de la Policía porque era "responsabilidad" de Manuel Ballesteros el que éstos se encontraran allí, según les explicaron los efectivos policiales.

Así las cosas, desde este martes por la tarde los trabajadores han seguido acudiendo a la oficina, desde donde trabajan para que la empresa "no pare", y no han mantenido contacto con Manuel Ballesteros, que "no da la cara", según critica el citado delegado sindical. No obstante, tienen "problemas con el servidor" debido a la "manipulación" supuestamente realizada en él, y asumen que sus correos "han sido vistos".