Los establecimientos grandes (con espacio para bailar) pueden abrir como norma general hasta las 4.00 horas. Pero el verano es el verano. Del 1 de junio al 30 de septiembre, la normativa vasca sobre horarios permite a estos bares cerrar media hora más tarde.

Además, los viernes, sábados y vísperas de fiesta les dejan una hora más. Las ampliaciones de horario son acumulativas, así que hagan cuentas. 1 + 0,5 = 1, 5 horas. Resultado: fiesta hasta las 5.30 horas.

Eso sí, los bares más pequeños (el típico con barra y sin espacio para bailar) deben cerrar dos horas antes. O sea, en verano hasta las 3.30 h.

Eso, los fines de semana normales. Porque si son fiestas patronales, el decreto sobre horarios del Gobierno vasco concede un plus de dos horas más. Así, el guateque puede durar hasta las 7.30 h en los bares grandes y hasta las 5.30 h en los pequeños.

Luego está el tema de las txosnas. El horario de éstas depende del Ayuntamiento. Si el Consistorio las considera bares grandes, podrán abrir hasta esas 7.30 horas. Si las considera como bares pequeños, se tendrán que conformar con las 5.30 h.

Y alguno dirá: «Pues a mí me cerraron mucho antes». Pues claro, porque la normativa es a nivel de Euskadi, pero permite al Ayuntamiento endurecerla si quiere.

Un difícil equilibrio

«Quiero saber llegar a casa antes de que el sol me diga que es de día», dice la canción. La normativa sobre horarios de cierre data de 1997. Antes, las txosnas campaban a sus anchas. En Bilbao, tenían horario 24 horas, para horror del vecino y gozo del joven.

Ahora, además de los horarios, el Consistorio bilbaíno obliga a bajar el volumen a partir de las 5.00 horas. Mucho antes de que salga el sol.