El ingeniero de caminos Juan Carlos Carballeira, segundo perito llamado a declarar en sede judicial en el caso del descarrilamiento del tren Alvia en Angrois en julio de 2013, ha asegurado que su comparecencia ha consistido en una "mera ratificación" de su informe, en el que determina que el exceso de velocidad fue la causa del accidente, pero destaca que la señalización en la línea era "mejorable", aunque estaba "dentro de la norma".

Preguntado por este extremo por los periodistas a la salida de los juzgados de Santiago, que ha abandonado sobre las 14,00 horas, tres horas después de entrar, Carballeira ha indicado que "en principio el exceso de velocidad" es la tesis de su peritaje, en el que se ratificó ante las partes personadas en la causa, cuyas representaciones legales le han hecho preguntas a su juicio "sencillas".

Por su parte, el juez instructor, Andrés Lago Louro, según fuentes presentes en la sala, no ha trasladado cuestiones ni a este experto ni al anterior citado a declarar, el ingeniero industrial José Manuel Lamela, a quien, como a Carballeira, sí ha hecho varias preguntas el fiscal, Antonio Roma.

Una vez ante los medios de comunicación, el ingeniero de caminos ha señalado que "la norma no permitía muchos cambios" en cuanto a la señalización "mejorable", como recogió en su informe definitivo.

"Sería complejo mejorarlo", se ha limitado a comentar, antes de constatar que sobre el cambio de proyecto inicial de la línea Ourense-Santiago, que implicó la retirada del sistema de control de velocidades 'ERTMS' al final del trayecto, podría hablar "una hora".

Se le pasó "volando"

Al margen de esto, este ingeniero ha apuntado sobre su presencia en la sala que se le pasó "el tiempo volando" y le pareció "un minuto", atendiendo preguntas "muy sencillas" sobre "cosas técnicas", puesto que esperaba cuestiones "más complicadas".

El tercero en comparecer —el otro perito judicial, ya que hay otros tres pero son de parte del maquinista, de Adif y de la aseguradora de Renfe— es el ingeniero de telecomunicaciones, César Mariñas Dávila, en quien las víctimas centran sus expectativas, ya que su informe es crítico con la merma de seguridad que se generó en la vía, sin medidas complementarias para subsanarla.