El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha aceptado este martes la dimisión protocolaria del primer ministro, Ahmet Davutoglu, y de su equipo, un paso previo a que se le encargue formar Gobierno como líder del AKP, el partido islamista que ganó las elecciones del pasado domingo.

Erdogan le ha expresado a Davutoglu "su agradecimiento por los servicios prestados y le ha pedido que se mantenga en su cargo hasta la formación de un nuevo Gobierno", señala un escueto comunicado publicado en la web de Presidencia.

El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) fue la fuerza más votada en los comicios, con un 40,8 por ciento, pero perdió la mayoría absoluta que había ido renovando desde 2002 y se enfrenta ahora a la difícil tarea de buscar pactos o bien gobernar en minoría.

Según las normas, Davutoglu, como jefe del partido ganador, debe recibir el encargo de formar Gobierno, algo que se espera ocurra una vez se anuncien los datos del reparto de escaños definitivo, algo que podría retrasarse hasta la semana que viene.

Si Davutoglu no logra formar Gobierno, algo muy posible dada la actitud hostil de los tres partidos de la oposición, el testigo pasaría al socialdemócrata CHP, que obtuvo un 25 por ciento de los votos. En todo caso, si no se consigue crear un Ejecutivo en 45 días, el presidente deberá convocar nuevas elecciones.

Altos cargos del CHP han adelantado su optimismo de que conseguirán formar gobierno, probablemente en minoría, para cambiar al menos la ley electoral antes de volver a las urnas.