Las fuerzas de seguridad de Bélgica han detenido a 16 personas en el marco de dos investigaciones de lucha contra el terrorismo dirigidas contra yihadistas chechenos, informó este lunes la Fiscalía federal.

La policía ha efectuado 21 registros y ha hecho numerosas incautaciones, en una operación que se centró de manera coordinada en Ostende, Lovaina, Bredene, Amberes, Jabbeke y Namur, según el diario belga "Le Soir".

Durante los registros en Lovaina los agentes han encontrado detalles sobre planes para un ataque terrorista en Bélgica, de acuerdo con la misma fuente.

En el origen de la operación antiterrorista se encuentran personas originarias de Chechenia, que recibieron entrenamiento en Siria o en Afganistán y que residen en la ciudad belga de Ostende (noroeste del país).

Una de ellas regresó herida a Bélgica después de haber luchado en Siria con los grupos terroristas Frente al Nusra, brazo sirio de Al Qaeda, y Emirato del Cáucaso, según la cadena de televisión belga RTBF. Las autoridades belgas, al seguir la pista del combatiente herido que regresó de Siria, descubrieron la red de yihadistas chechenos.

Esos grupos tienen células de reclutamiento en la región belga de Flandes y querían enviar a nuevos miembros a Alepo, la mayor ciudad del norte de Siria.

Las 16 personas detenidas, calificadas por la Fiscalía de "extremistas salafistas", son también sospechosos desde enero pasado de pertenecer a un grupo que había planificado un atentado en territorio belga.

Una primera investigación fue abierta el 23 de enero pasado sobre la posible implicación de un grupo de chechenos de la región de Lovaina (al este de Bruselas) en la preparación de un atentado en Bélgica.

Cuatro sospechosos formaban parte de la comunidad chechena y eran residentes en Lovaina. Un quinto sospechoso residía en Namur (centro) y un sexto era un belga de Lovaina que se unió probablemente a la yihad en Siria o en Irak.

Una segunda investigación fue abierta el 18 de febrero después del regreso a Bélgica de una persona de Ostende que había luchado en Siria y estaba herido.

Las autoridades belgas han colaborado estrechamente con las estadounidenses para poder controlar la comunicación de los sospechosos a través del servicio de mensajes instantáneos Whatsapp utilizado por los investigados.

Las pesquisas han durado más de seis meses antes de que se llevaran a cabo este lunes los registros, dirigidos por un juez de instrucción especializado en materia antiterrorista de la ciudad de Amberes (norte del país) y por otro de Flandes Occidental.