El parlamentario del PP y presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Sémper, ha afirmado que el partido está tranquilo sobre la situación en Vitoria porque no creen que finalmente se produzca el "ejercicio estrambótico" de desalojar a Javier Maroto de la alcaldía de Vitoria.

En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press, ha realizado esta reflexión en torno a la situación y a los posibles pactos tras las elecciones del pasado 24 de mayo.

Sémper cree que, tras esos comicios, existe un "principio de acuerdo" entre el PNV y el PSE-EE que, a su juicio, "se va a extender donde la suma les dé" y que "no van a necesitar a mas formaciones", aunque pudiera ser "un plus de estabilidad". En el caso del Parlamento vasco, ha afirmado que se sigue viendo a un Gobierno vasco "sin músculo que no remite proyectos de ley".

En el caso de Vitoria, donde el representante del PP Javier Maroto fue el más votado, ha afirmado que "abordan con tranquilidad" la situación, pese al anuncio de EH Bildu de intentar sumar fuerzas para desalojarle de la Alcaldía.

Sémper ha afirmado que les sorprendería y no entenderían un escenario que no fuera el de que Maroto continúe en la Alcaldía.

"No entenderíamos que Maroto fuera desalojado por un pacto extraño, extraordinariamente complejo entre el PNV, EH Bildu y Podemos, entre momentos. No creemos que ese escenario se vaya a producir porque, al final, eso no ayudaría a la estabilidad insitucional y política no solo en el Ayuntamiento de Vitoria, sino tampoco de Álava", ha agregado.

El dirigente del PP ha indicado que le "sorprende" que el PNV se esté planteando esta posibilidad cuando la ciudadanía ha dicho que Maroto "continúe" como alcalde. A su juicio, sería un "ejercicio estrambótico" e iría "contra la lógica y la aritmética política".

En su opinión, sería "difícil de explicar" esa especie de "triple salto mortal que está dispuesto a hacer el PNV, Podemos y EH Bildu para desalojar al más votado" "Eso no aporta estabilidad", ha apuntado.

Sémper ha afirmado que existe una "especie de nerviosismo en torno a Maroto" y ha negado que el alcalde en funciones haya hecho una "ciudad excluyente" y haya ejercido una política de "odio al diferente". Según ha manifestado, lo que ha hecho es decir que quiere un sistema de política social "más justo y eficaz".