Tribunales.- La mujer acusada de degollar a otra dice que tenía miedo de la víctima porque la amenazaba

La mujer acusada de degollar a otra en diciembre de 2013 en La Cala del Moral, en Rincón de la Victoria (Málaga), ha admitido este lunes que agredió a la víctima con un cúter, pero ha sostenido que no tuvo la intención de matarla, ni siquiera quedó con ella ese día, sino que, al revés, "yo huía de ella, me tenía loca, me tenía amenazada".

La mujer acusada de degollar a otra en diciembre de 2013 en La Cala del Moral, en Rincón de la Victoria (Málaga), ha admitido este lunes que agredió a la víctima con un cúter, pero ha sostenido que no tuvo la intención de matarla, ni siquiera quedó con ella ese día, sino que, al revés, "yo huía de ella, me tenía loca, me tenía amenazada".

Un jurado popular juzga desde este lunes a esta mujer para la que la Fiscalía pide 21 años y medio de prisión. El fiscal sostiene que el día de los hechos, la procesada y la víctima quedaron por la deuda de 4.000 euros que tenía la primera con la segunda por la venta de joyas y aprovechó que la mujer se había sentado en unas escaleras para sacar un cúter "con el que la degolló".

Así, según la acusación, le seccionó la tráquea, la arteria carótida y la vena yugular izquierda de la víctima, lo que le provocó una fuerte hemorragia y 'shock' hipovolémico que le ocasionó la muerte. Tras esto, la procesada le quitó las joyas que llevaba puestas —un reloj, una pulsera y una cadena de oro— y el bolso, apoderándose del móvil, y se fue del lugar.

Pero la acusada ha negado entre lágrimas que quedara expresamente con la víctima ese día, al contrario, ha apuntado, "ella me buscó". Ha explicado que se encontraron en otro lugar desde donde fueron andando a donde ocurrieron los hechos y que la mujer estaba "atacada, como fuera de control", y en un momento dado la cogió del cuello y le golpeó hasta romperle las gafas, incluso.

Tras esto, la víctima le pidió más dinero, ha relatado, aunque "ya le había pagado 3.500 euros de los 4.000 que le debía"; y la amenazó "con matar a mi hijo". Entonces, ha admitido, movió el cúter que llevaba en el bolso habitualmente y lo movió por delante, pero no recuerda nada más, sólo que salió corriendo y se llevó el bolso de la víctima "no sé por qué", y lo tiró en un contenedor.

La acusada ha señalado que no robó las joyas ni el reloj que llevaba la víctima, sino que el que fue encontrado en su trastero era suyo que se lo había comprado a la mujer un mes antes por 950 euros. "Yo no me llevé nada de esa mujer", ha insistido en su declaración ante el jurado popular.

Asimismo, ha asegurado que cuando supo lo que había ocurrido "nunca pensé que le había hecho eso" y ha declarado que no se entregó "por miedo y porque no me iban a creer". Además, ha indicado que cuando le pagó la mayor parte de la deuda a la otra, pensó que "me iba a dejar tranquila", pero que no fue así, sino que tuvieron más discusiones.

Ha insistido, entre sollozos, en que la pelea fue "de pie y de frente" y no de espaldas en las escaleras, como señalan las acusaciones, quienes sostienen que la acusada debe responder por un delito de asesinato, mientras que la defensa considera que se trata de un homicidio, por el que pide que se le imponga una pena de no más de siete años de cárcel.

De hecho, el letrado ha indicado que "no todo el que quita la vida a otra es una asesina" y ha manifestado que su cliente es una mujer "normal", que llevaba tiempo "huyendo" de la víctima, a la que "tenía pavor" y en un momento dado, después de que "la amenazara y la agrediera", ésta "estalló".

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