La alta tecnología no consigue, por ahora, frenar el fenómeno de la inmigración ilegal que llega a las costas granadinas. De hecho, de los datos se desprende que la implantación del SIVE (Sistema Integral de Vigilancia Exterior), en diciembre de 2004, no ha disuadido los intentos de entrar en el país.
Es más, la llegada masiva de inmigrantes a Granada es un hecho. Si en el primer cuatrimestre de 2004 fueron interceptados por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil 357 inmigrantes, en el mismo periodo de este año aumentó un 87%.
En total, fueron detenidos en los cuatro primeros meses 667 inmigrantes, según el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Y hasta el 12 de mayo, fecha de la última patera, son casi 900 los inmigrantes interceptados.
El SIVE se implantó en Granada con un objetivo muy concreto: «Reducir la llegada de inmigrantes indocumentados al igual que ocurrió en el Estrecho, después de que las mafias conocieran la implantación de este sistema de vigilancia en esa zona», según afirmó entonces el subdelegado del Gobierno en Granada, Antonio Cruz. El objetivo de persuadir a las pateras aún queda lejos.
Desviación de rutas
La implantación del SIVE en las costas andaluzas ha suscitado un efecto de desviación de pateras. Mientras que Cádiz era la zona preferida por las mafias, ahora el flujo ha disminuido con respecto a Granada (519 arrestos frente a 667). En Málaga también ha aumentado el número de inmigrantes interceptados en el primer cuatrimestre, de 73 (2004) a 174 este año.
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