Textos breves con apoyo gráfico —fotografías, ilustraciones y dibujos— que plantean cuestiones a las que debe responder el alumnado, problemas de cálculo con operaciones matemáticas y redacciones para medir su vocabulario y ortografía son algunos de los ejercicios que constituyen la Prueba Escala que han realizado entre este martes y este miércoles unos 100.000 escolares de 2º de Primaria de todos los colegios andaluces, un total de 2.539 centros. La prueba, organizada por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, evalúa las competencias en escritura, cálculo y lectura de los alumnos.

Varias organizaciones sindicales —Ustea, CGT, Plataforma de Interinos Docentes Andaluces y Marea Verde— habían llamado al boicot. En este sentido, la responsable de Acción Sindical de Ustea, Purificación Sánchez, ha indicado a Europa Press que ello ha logrado reactivar la "reflexión" sobre la utilidad de estas pruebas y de su conveniencia desde el punto de vista educativo.

Las asociaciones de madres y padres "han estado bastante receptivas, con cierta respuesta", mientras que el profesorado está "cada vez más convencido de que las pruebas no sirven para nada", ha explicado Sánchez, para la que la evaluación continua ya se encarga satisfactoriamente de identificar los puntos débiles del alumnado y reforzar su aprendizaje.

En cuanto a la prueba en sí, la parte escrita, que consta de un cuadernillo integrado que permite comprobar los niveles de adquisición de las competencias de Razonamiento matemático y Comunicación lingüística en Lengua española —en sus dimensiones de comprensión lectora y expresión escrita—, se aplica en dos sesiones, una cada día, de aproximadamente 60 minutos, por el propio profesorado de cada centro.

Asimismo, ha precisado la Consejería en un comunicado, se han elaborado pruebas ampliadas y en sistema 'braille' para el alumnado con necesidades educativas especiales de carácter visual o motórico, respetando el contenido y el sentido de la prueba, buscando que esta se adapte a la diversidad específica de cada alumno.

El análisis que los centros harán de los resultados, a partir de los informes que la Agencia Andaluza de Evaluación Educativa pondrá a su disposición a partir del 16 de junio, proporcionará una información complementaria a la evaluación que el profesorado realiza a lo largo del curso escolar, situando al alumnado del centro en relación con el resto de los alumnos andaluces y, lo que es más importante, con el de su contexto socioeconómico y cultural. Esto último se obtiene a partir de unos cuestionarios de contexto que cumplimentan las familias.

Los resultados solo se trasladan a los centros, así como a las familias, en un modelo de fácil comprensión en el que se describe el nivel competencial de su hijo. De esta forma, la información obtenida contribuye directamente a mejorar la enseñanza, sin que de ella se hayan derivado clasificaciones de centros ni del alumnado, sino que, por el contrario, permiten detectar las necesidades de apoyo o refuerzo desde edades tempranas, así como la aplicación de medidas concretas que favorecen la adquisición de las competencias clave.

Además, se ha aplicado a una muestra del alumnado del centro una prueba de lectura que se desarrollará hasta el 29 de mayo, dirigida a evaluar la destreza lectora en aspectos como velocidad, exactitud, procesamiento sintáctico, comprensión y nivel de identificación de la idea principal del texto.