Los jóvenes cada vez dan menos importancia a tener un coche

Las redes sociales han reducido la necesidad de los jóvenes de utilizar el coche.
Las redes sociales han reducido la necesidad de los jóvenes de utilizar el coche.
ARCHIVO
Las redes sociales han reducido la necesidad de los jóvenes de utilizar el coche.

Es una tendencia: los jóvenes cada vez dan menos importancia a la posesión de un coche. Numerosos informes, especialmente a nivel internacional –aunque hay algunos, pocos, españoles que la reflejan–, y sobre todo algunos datos registrales, dan fe de ello.

Los responsables de la industria del motor a nivel mundial hace un par de años que lo vienen detectando y muestran una preocupación relativa. En un estudio realizado por la consultora KPMG, el 54% de los altos cargos del sector se manifestaban "inquietos" porque los menores de 25 años no sienten necesidad de ser dueños de un coche. Lejos están esos días en que los jóvenes –más ellos que ellas– estaban deseando cumplir los 18 para sacarse el carné de conducir.

En Estados Unidos, meca del icono automovilístico, los 16. Eso está cambiando. Menos de un tercio de los estadounidenses de 16 años tenían carné de conducir en 2008, cuando 25 años atrás más de la mitad de los adolescentes podían conducir. Al menos legalmente.

El fenómeno se repite. En el caso de España, en octubre de 2014 había 395.913 jóvenes entre 18 y 20 años en posesión del carné B (coches), cuando ese mismo mes de 2008, la cifra ascendía a 567.273. Cierto, la crisis está de por medio y numerosos jóvenes no pueden afrontar el coste, elevado para el nivel adquisitivo de este grupo de edad –y de muchos de sus padres– de pasar por una autoescuela. Sin embargo, no es un dato de hace unos años.

En lo años ochenta, el 20% de los conductores en España tenía entre 18 y 24 años. En 2012, solo suponían el 8%. Existe un efecto demográfico, pues en los ochenta estábamos en pleno baby boom y el porcentaje de jóvenes era mayor; sin embargo, no explica tanta diferencia. Indudablemente, la crisis ha agudizado la tendencia, pero de fondo hay una corriente cultural que arraiga en los jóvenes de toda la urbe desarrollada.

Ya no es necesario adquirir un coche

El fenómeno arrancó en Japón, donde una gran parte viven en ciudades muy congestionadas. En 2009 se vendieron casi cinco millones de coches en el país, casi tres menos que 20 años antes.

Además, informes estadounidenses apuntan que los jóvenes de familias acomodadas también están renunciando al coche. No por dinero. Aunque preocupados, algunos directivos comentan que a nivel mundial el tirón de países emergentes, como China o la India, suplirá la caída de los jóvenes del mundo desarrollado, pero el fenómeno se extenderá también a estos países, pues los factores que explican este menor apego por el coches son comunes en todo el mundo.

El primero que se apunta es el dinero. Ya no el necesario para adquirir un coche, sino el de mantenerlo, con seguro, averías, impuestos, gasolina, multas. El segundo es una mayor conciencia medioambiental.

El aumento de las bicis en la mayoría de las grandes ciudades es la otra cara de la moneda. Los jóvenes quieren un mundo más limpio, lo que explica el interés de la industria por hacer coches menos contaminantes y que consuman menos. El tercero es un factor de pragmatismo.

Los jóvenes no ven la necesidad de un coche para moverse por las ciudades, prefieren el transporte público, o incluso la bici, evitando los molestos atascos. Y para viajar, hay numerosas alternativas de movilidad. El avión ha bajado de precio, pero además han surgido fórmulas de movilidad compartida. Internet lo propicia. La red es el cuarto factor. Internet lo cambia todo, también el placer de conducir.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento