La Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico y Telefónica han instalado en la muralla de Ávila 40 sensores, a diferentes alturas y profundidades, para conocer los problemas del interior del monumento.

Estos sensores "monitorizarán" el emblemático monumento de la capital abulense de cara a ayudar a su conservación, detectando "su comportamiento y cómo le afectan la humedad y las sales", según la arqueóloga municipal, Rosa Ruiz.

Unos sensores se han situado en torno a la puerta de San Vicente, donde hay humedades, y otros en el paseo del Rastro, donde no hay problemas en el monumento.

La previsión es que dentro de tres meses se conozcan los primeros resultados, si bien los ciclos completos, de un año, son los que aportarán detalles.

Por ejemplo, hay paredes del recinto amurallado con humedad pero con el interior de tierra, por lo que estos sensores darán a conocer "la situación a distintas alturas del monumento".

Al conocer "temperaturas y comportamientos", se sabrá "cómo actuar desde el exterior, porque el núcleo es muy difícil de tratar". El presupuesto del proyecto es de 51.480 euros, de los que el Ministerio de Cultura aporta el 75 por ciento y el 25 por ciento restante el Ayuntamiento de Ávila.