Hasta no hace mucho, un nacimiento de sextillizos era una noticia sorprendente, un acontecimiento con repercusión a escala internacional.

Actualmente, la noticia viene dada por lo habitual de este hecho.

Sin ir más lejos, dos mujeres estadounidenses han vivido este parto múltiplo en dos estados distintos de Estados Unidos, en la misma semana.

Una de ellas, que aparece sobre estas líneas, es Jenny Masche, de 32 años, que dio a luz por cesárea en Phoenix, en lo que constituye el primer nacimiento de sextillizos en Arizona, tal y como publicaba Univisión.

Diez horas antes, otra mujer de 24 años, llamada Brianna Morrison, había tenido otro parto con seis bebés en Minneapolis, poco antes de la medianoche del domingo.

"Es algo que veremos cada vez con más frecuencia", a no ser que los médicos descubran cómo reducir el riesgo de que las mujeres tengan cuatro o más bebés, afirmaba F. Sessions Cole, profesor de pediatría en la Universidad de Washington en San Luis, en declaraciones que recogía el diario.

Los seis hijos de Masche

Masche había recurrido a la inseminación artificial y Morrison había tomado medicamentos para la fertilidad, condiciones que acrecentan las posibilidades de un parto múltiple.

Jenny Masche ha tenido tres varones y tres hijas, con 10 semanas de antelación.

Salvo uno, todos pesaron menos de 1,4 kilos, lo que en parte propició que cinco de los seis hermanos tuvieran que estar conectados a una máquina para respirar.

Sus pulmones están subdesarrollados, según afirmaban fuentes del hospital en el que fue atendida, que tranquilizó a los familiares reconociendo que los bebés serían dados de alta en un período de entre seis y ocho semanas.

Bryan Masche reconoció que al recibir la noticia del embarazo múltiple se aterraron, ya que habían intentado concebir de manera natural durante años, antes de recurrir a la inseminación artificial.

Los seis hijos de Morrison

Los cuatro niños y dos niñas de Morrison nacieron de forma prematura, tras 22 semanas de gestación, con un peso que oscilaba entre los 311 y 530 gramos, y se encontraban en condición crítica.

El padre de los bebés, Ryan Morrison, afirmaba en un comunicado que sus hijos habían llegado "antes de lo esperado", pero que eran "optimistas".

En el mismo comunicado aseguraba que su mujer "está bien".

Según afirmaba el doctor Helain Landy, director de obstetricia y ginecología en el hospital de la Universidad de Georgetown, la probabilidad de este tipo de embarazos es de una entre 4.700 millones, pero aumenta sustancialmente si el paciente se somete a un tratamiento para la fertilidad.

Hoy se cumplen 36 años desde que una mujer de 29 años diera a luz en Sidney, por primera vez, a nueve bebés, aunque todos los pequeños fallecieron.