El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha firmado con el Arzobispado un contrato de patrocinio a través de Emasesa en virtud del cual desde dicha empresa metropolitana de aguas se destinarán 423.500 euros "para realizar trabajos de arqueología, restauración de las fachadas y del interior" de la iglesia de Santa Catalina, "hasta la puesta en valor de los elementos arqueológicos y arquitectónicos hallados en las excavaciones arqueológicas realizadas en el mismo".

Así lo ha anunciado este viernes en un comunicado el propio alcalde, para quien esta información supone "un paso más para la conservación del patrimonio" de la ciudad hispalense y el Ayuntamiento cumple con su "compromiso de rehabilitar Santa Catalina", un "proyecto prioritario, ya que no podemos permitirnos perder una joya tan importante para la ciudad", ha apostillado Zoido en referencia a la citada iglesia, declarada monumento nacional en 1912, bien de interés cultural (BIC) en 1985 y cerrada al culto desde hace unos diez años.

Entre los objetivos de la Archidiócesis de Sevilla se encuentra la conservación, estudio y puesta en valor del patrimonio histórico, cultural y artístico de la Iglesia católica en el municipio de Sevilla, cuyo desarrollo se instrumenta a través de convenios, contratos de patrocinio y otros instrumentos de financiación que permitan la participación de las distintas entidades firmantes en la consecución de dichos fines y objetivos.

Cabe recordar que el Arzobispado y el Ayuntamiento están vinculados a este proyecto de restauración mediante un protocolo firmado en diciembre del año pasado entre ambos, según el cual el Consistorio debe aportar 1,5 millones de euros para la segunda fase de la restauración integral de la citada iglesia.

Los trabajos de restauración integral que están incluidos dentro de este patrocinio de Emasesa anunciado este viernes se dividirán en dos fases, según ha concretado el Ayuntamiento. Así, existe una primera, actualmente en ejecución, consistente en las labores de excavación arqueológica y restauración de las fachadas de la iglesia, mientras que la segunda consistirá en la restauración del interior del templo, incluyendo la difusión y puesta en valor de los elementos arqueológicos y arquitectónicos hallados en las excavaciones arqueológicas.

El pago de la mencionada cantidad aportada por Emasesa se realizará en dos veces, de modo que el 50 por ciento del total se abonará en el plazo de 15 días a contar desde la firma del presente contrato, mientras que la mitad restante se abonará "una vez se haya acreditado por la Archidiócesis de Sevilla, la realización de la actividad publicitaria de Emasesa que obliga el contrato firmado".

Santa catalina

Esta iglesia, como se recordará, fue objeto entre 2009 y 2010 de una primera actuación sobre sus cubiertas y en 2014, la Archidiócesis encargó a la empresa Constructora San José la primera fase de los trabajos de restauración, merced a los cuales comenzaron una serie de labores arqueológicas, así como otras tareas de investigación realizadas mediante catas murarias o la observación de soluciones constructivas que ahora están a la vista.

Estas actuaciones preliminares, presupuestadas con un millón de euros, constituyen sólo la primera fase de la restauración integral que necesita templo. El proyecto completo de recuperación, en ese sentido, se centrará en las fachadas y elementos exteriores del monumento, incluyendo además las preceptivas catas arqueológicas de carácter preventivo. El proyecto de la segunda fase, redactado por el arquitecto Francisco Jurado Jiménez, incluye la finalización de los trabajos en el interior del templo con la supresión de las humedades, la consolidación de estructuras arqueológicas surgidas, la eliminación de añadidos o elementos que desvirtúan la lectura correcta del edificio y la recuperación de la luz natural a través de óculos, en los casos en que sea posible.

El pasado mes de diciembre, el alcalde, Juan Ignacio Zoido, y el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, firmaban un protocolo de actuación mediante el cual el Ayuntamiento se comprometía a aportar 1,5 millones de euros para las nuevas labores de restauración, cuyo coste total está cuantificado en 3.115.967,55 euros. Según el reparto de financiación acordado, el Ayuntamiento aportaría 1,5 millones, La Caixa 150.000 euros y la Archidiócesis el resto.