Cifuentes tiende la mano a Ciudadanos ante las elecciones más reñidas desde el 'Tamayazo'

  • Las encuestas dan al PP 44-49 escaños, lejos de los 65 que marcan la mayoría absoluta | Los 22-23 del partido de Albert Rivera le darían la investidura.
  • La candidata del PP lleva en su programa propuestas contra la corrupción o el despilfarro que son bien vistas por el partido naranja.
  • Podemos aún confía en superar al PSOE como segunda fuerza | IU alcanza el límite para tener representación, pero UPyD se quedaría fuera del parlamento.
  • Los 'nuevos indecisos' descontentos con los partidos tradicionales condicionarán el resultado: hasta el 24% de los encuestados no sabe a quién apoyará.
La candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes (d), junto a la candidata de Ciudadanos a la Alcaldía de la ciudad, Begoña Villacís (i), en la pradera de San Isidro el pasado viernes.
La candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes (d), junto a la candidata de Ciudadanos a la Alcaldía de la ciudad, Begoña Villacís (i), en la pradera de San Isidro el pasado viernes.
Víctor Lerene / EFE
La candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes (d), junto a la candidata de Ciudadanos a la Alcaldía de la ciudad, Begoña Villacís (i), en la pradera de San Isidro el pasado viernes.

Las elecciones autonómicas más reñidas de las últimas décadas se dirimen el próximo domingo en Madrid con el PP buscando apoyos para retener su gran feudo regional. La hegemonía de los populares se tambalea por primera vez desde la repetición de los comicios provocada por los tránsfugas del 'Tamayazo' (2003), por lo que Cristina Cifuentes ya busca apoyos en Ciudadanos y en Ignacio Aguado para ser investida presidenta en minoría.

La exdelegada del Gobierno ha sacado rédito a su campaña electoral. A pesar de sus enfrentamientos internos (por la elaboración de la lista) y externos (por el programa y las cuestiones ideológicas) con Esperanza Aguirre, los 44-45 diputados que le adjudicaban la encuesta de Sigma Dos para El Mundo el pasado 5 de abril se han transformado en 48-49 en el barómetro electoral publicado por el CIS el 7 de mayo. Sin embargo, el partido perdería la mayoría absoluta y se quedaría lejos de los 65 diputados necesarios para formar un ejecutivo en solitario.

Cifuentes confía en que su disponibilidad para los pactos y su proximidad personal a Albert Rivera, líder de Ciudadanos, sean suficientes para obtener la Presidencia. Su programa incluye medidas de regeneración (un portal de transparencia, la publicidad de los contratos de la Administración, la supresión del aforamiento para los diputados) y ahorro (eliminación de organismos superfluos, fin de las duplicidades) que son vistas con buenos ojos por el partido naranja, pero todo dependerá de la negociación final.

Los 22-23 diputados en los que Ciudadanos se ha movido durante toda la campaña le otorgan la llave de Madrid, pero no el papel de segunda fuerza parlamentaria. El puesto se lo disputan PSOE y Podemos. Ángel Gabilondo, con un perfil muy bajo durante las últimas semanas, ha remontado en los pronósticos hasta los 27-28 representantes del último CIS. José Manuel López, que llegó a adelantar a los socialistas, confía en aumentar sus 24 escaños gracias al último impulso, a pesar de haber realizado una campaña conservadora.

Izquierda Unida, liderada por Luis García Montero, ha logrado afianzar su posición. La formación se encontraba por debajo del 5% de intención de voto necesario para entrar en la Asamblea de Madrid con un mínimo de 7 escaños. Hoy, pocos dudan de que la coalición alcanzará su objetivo, pese a la salida del grupo liderado por Tania Sánchez. Ramón Marcos, en cambio, no lo conseguirá: todos los sondeos auguran la desaparición de UPyD.

Alta volatilidad

El fin de UPyD es, pese a todo, el único dato que los especialistas dan por seguro en los comicios del próximo domingo, dando que los elevados índices de indecisión (hasta el 24%, de acuerdo al CIS) pueden alterar los resultados. La ruptura con los partidos tradicionales, que se materializa de forma clara por primera vez, aumentaría aún más esa volatilidad.

"El indeciso tradicional, desafectado políticamente y que se mantiene así hasta el final, siempre ha existido. A partir del 15-M parece haber surgido el 'nuevo indeciso', aquel que siempre estuvo adscrito a uno de los bloques tradicionales y que ahora quiere participar, pero no sabe a cual de las nuevas opciones dar su voto. Lo que haga es muy importante, porque va a condicionar sus tendencias posteriores y porque supone una desviación del concepto de voto útil", explica a 20minutos, la socióloga y asesora política Sandra Pérez, miembro del despacho Éxipol.

Gonzalo Caro, politólogo e investigador social, descata otro cambio, este, relativo a las estrategias de los partidos: "Es la primera vez que el PP tiene que hacer campaña de verdad desde el 'Tamayazo' y se nota. No hay más que ver las declaraciones de Esperanza Aguirre. El votante demanda alternativas y hay deseo de cambio". En su opinión, el papel de los abstencionistas y los indecisos será tan relevante como el de los votantes de IU y UPyD. "Tanto unos como otros deben elegir a quién otorgan su confianza. Veremos si el voto acaba en Podemos y Ciudadanos, respectivamente", apunta.

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