Los arqueólogos aplauden la catalogación del yacimiento del Caramobolo pero creen que "llega muy tarde"

Álvaro Fernández Flores, el arqueólogo que dirigió las últimas excavaciones e investigaciones en el yacimiento arqueológico del cerro del Carambolo, enclavado en Camas y donde en 1958 fue descubierto el famoso tesoro homónimo, ha aplaudido que la Consejería Cultura haya incoado al fin un procedimiento para incluir el yacimiento en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como bien de interés cultural (BIC). No obstante, avisa de que el procedimiento llega "muy tarde" y debe ser "completado" con otras medidas.

Álvaro Fernández Flores, el arqueólogo que dirigió las últimas excavaciones e investigaciones en el yacimiento arqueológico del cerro del Carambolo, enclavado en Camas y donde en 1958 fue descubierto el famoso tesoro homónimo, ha aplaudido que la Consejería Cultura haya incoado al fin un procedimiento para incluir el yacimiento en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como bien de interés cultural (BIC). No obstante, avisa de que el procedimiento llega "muy tarde" y debe ser "completado" con otras medidas.

En declaraciones a Europa Press, Álvaro Fernández ha celebrado que la Consejería de Educación, Cultura y Deporte haya escuchado las muchas voces que reclamaban la incoación de este expediente destinado a catalogar y proteger al yacimiento y su entorno como bien de interés cultural en la modalidad de zona arqueológica. En ese sentido, ha explicado que el expediente incoado se atiene en líneas generales al "preexpediente" elaborado en su día por él y la también arqueóloga Araceli Rodríguez.

Sin embargo, avisa de que la medida "llega muy tarde", sobre todo porque "ya desde la campaña de excavaciones de 2001 quedó claramente patente que se trataba de un gran yacimiento", un espacio "único" a cuenta de sus características y su potencial en materia de nuevas investigaciones. "Esto está muy bien, pero llega muy tarde", ha insistido recordando el "proceso de degradación" que sufre el cerro del Carambolo, asediado por construcciones pese a su indudable "valor paisajístico" y escenario de numerosos vertidos incontrolados de basura.

Álvaro Fernández avisa además de que aunque el expediente incoado "es correcto" en sus términos y perímetro propuesto, su contenido es "muy genérico", con lo que ha considerado que el mismo debe ser "completado" mediante "normativas" o reglamentos, también en el plano municipal, que articulen unas obligaciones y medidas concretas en materia de protección y conservación de este espacio. "Éste es un primer paso, pero si no hay más pasos en la misma dirección, seguirá el proceso de degradación del yacimiento", ha alertado.

El carambolo

El cerro de El Carambolo, donde antiguamente se ubicaba la Sociedad de Tiro Pichón, fue el 30 de septiembre de 1958 el escenario de uno de los mayores descubrimientos del pasado de la provincia y de toda Andalucía; las ruinas de una antiquísima construcción y de un tesoro de 21 piezas de oro labradas al estilo oriental y cuyo origen se remonta a los siglos VII y VIII antes de Cristo. Se trata, como no, del famoso tesoro del Carambolo.

Los suelos del cerro fueron adquiridos en el año 2000 por el grupo promotor de Gabriel Rojas, al objeto de construir un hotel de 150 habitaciones que integraría las ruinas del santuario, —principalmente vestigios de cimentaciones de adobe—, mediante un centro de interpretación. No obstante, las restricciones dictadas desde la Consejería de Cultura a esta iniciativa motivaron que en 2009, el citado grupo inmobiliario ofertase los terrenos a la Administración autonómica al considerar truncado su proyecto.

Tres años después, ya en 2012, trascendió que Gabriel Rojas había emprendido una reclamación patrimonial contra la Junta de Andalucía, a cuenta de los perjuicios derivados del fracaso de su proyecto de hotel, extremo a su vez fruto de las restricciones urbanísticas impuestas sobre los terrenos, que seguirían en poder del grupo promotor.

Múltiples avisos

Entretanto, los arqueólogos y colectivos conservacionistas han alertado periódicamente del abandono del cerro y los vertidos incontrolados de basura en el mismo, reclamando insistentemente medidas de protección para el yacimiento arqueológico, que fue sellado después de la última excavación e investigación científica.

Recientemente, de hecho, el pleno del Ayuntamiento de Camas, gobernado por el socialista Rafael Recio, aprobaba por unanimidad de sus fuerzas políticas reiterar a la Junta de Andalucía la petición de que el yacimiento arqueológico fuese declarado de una vez como bien de interés cultural, para que el mismo cuente con la debida protección.

Finalmente, la Secretaría General de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte ha emitido una resolución acordando incoar "el procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como bien de interés cultural, con la tipología de zona arqueológica, del yacimiento del Carambolo".

La mencionada resolución, recogida por Europa Press, señala el descubrimiento del yacimiento y del famoso tesoro del Carambolo, formado por 21 piezas de oro de 24 kilates, allá por 1958, así como las primeras excavaciones arqueológicas dirigidas por Juan de Mata Carriazo y Juan Maluquer de Motes, extremo que supuso "un revolucionario incremento del conocimiento sobre la protohistoria del suroeste peninsular".

"un importante santuario"

La resolución rememora además "las excavaciones e investigaciones realizadas a partir de 1989 y las mas recientes de 1997", según las cuales el yacimiento guarda los vestigios de "un importante santuario con las dependencias propias de los enclaves sacros, un lugar de culto erigido por los fenicios hacia mediados del siglo VIII antes de nuestra era, sobre el que se habrían construido edificaciones que perpetuaron el carácter sagrado del lugar durante algo más de doscientos años".

Así, dicho documento detalla que la zona a proteger abarca 29.450 metros cuadrados del cerro del Carambolo, incluyendo los sitios denominados "Carambolo Alto" y "Carambolo Bajo", e identificando diferentes fases de ocupación, comenzando por la de la Edad del Cobre, una fase de ocupación humana correspondiente al periodo tardío o final de la Edad del Bronce y una fase correspondiente a la protohistoria, entre los siglos IX y VI antes de Cristo, fase a la que correspondería la creación del mencionado santuario.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento