Récord histórico de desigualdad entre ricos y pobres en los países de la OCDE

  • "Hemos alcanzado un punto de inflexión", asegura el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
  • "Las pruebas muestran que la alta desigualdad es mala para el crecimiento".
  • El trabajo a tiempo parcial y el autoempleo es un eje de la creciente desigualdad.
  • En España, el 10% más favorecido acumula el 43% de la riqueza total.
La ciudadela Triángulo de Solidaridad, en San José (Costa Rica).
La ciudadela Triángulo de Solidaridad, en San José (Costa Rica).
Jeffrey Arguedas  / EFE
La ciudadela Triángulo de Solidaridad, en San José (Costa Rica).

La desigualdad entre ricos y pobres en los países de la OCDE han alcanzado su nivel más alto desde que existen datos hace tres décadas, según un informe publicado este jueves por esa organización, en el que se recomienda reducir la precariedad laboral y las brechas salariales vinculadas a las diferencias de género.

"Hemos alcanzado un punto de inflexión. La desigualdad en los países de la OCDE está en su nivel más alto desde que existen registros. Las pruebas muestran que la alta desigualdad es mala para el crecimiento", declaró el un comunicado el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ángel Gurría.

La desigualdad ha alcanzado "un récord en la mayoría de países de la OCDE y tiene niveles incluso más elevados en muchas economías emergentes", agrega el estudio, que señala a Chile, México, Turquía, Estados Unidos e Israel como los países desarrollados con más desigualdad, frente a la mayor armonización salarial de Dinamarca, Eslovenia, República Checa y Noruega.

El 10% de la población del llamado "club de los países ricos" gana 9,6 veces más que el 10% más pobre, una proporción que se ha incrementado respecto a la diferencia 7-1 de los años ochenta y del 9-1 de inicios del siglo actual.

En 2012, el 40% de los hogares más pobres de los 18 países de la OCDE con datos comparables disponía de solo el 3% de la riqueza mientras que el 10% más favorecido "controlaba la mitad de la riqueza de los hogares".

"El 1% más rico poseía el 18%" de la fortuna del conjunto de los hogares analizados, subraya el informe.

Según Gurría, que presentó el informe en París acompañado por la comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen, desarrollar una "acción política" para corregir ese problema es una respuesta "tan económica como social".

"Al no atacar las desigualdades, los gobiernos cortan el tejido social de sus países y dañan el crecimiento económico a largo plazo", subrayó el máximo responsable de la OCDE.

La primera de las causas que detecta el informe "Juntos en ello. Por qué una menor desigualdad nos beneficia a todos", se centra en las condiciones de trabajo.

"El creciente porcentaje de gente que trabajan a tiempo parcial, con contratos temporales o a través del autoempleo es un eje importante de la creciente desigualdad", apuntan los investigadores de la OCDE.

La mitad de los empleos creados en los países miembros de esa organización entre 1995 y 2013 eran precarios y "los trabajadores temporales y poco cualificados, en particular, tienen muchos menos ingresos y más inestables que los permanentes".

La situación de España

En España, según el informe, el 10% más favorecido acumula el 43% de la riqueza total. "La desigualdad de ingresos netos disminuyó desde mediados de los años 80 pero aumentó fuertemente entre el 2007 y el 2011, aunque ha experimentado un retroceso desde 2012", resume el documento.

Así, los salarios de los más pobres en España cayeron un 13% al año entre 2007 y 2011, mientras que los ingresos del 10% más rico de la población solo se moderaron un 1,4% anualmente en el mismo período. Esto provoca que, por ejemplo, las capas más bajas de la sociedad en España tengan menos ingresos que sus equivalentes en la República Eslovaca, mientras que los ingresos medios son "bastante más altos en España", señaló la OCDE.

A pesar de que la pobreza disminuyó en 2012 respecto a lo anteriores años alcistas, si se consideran "los ingresos anteriores a la crisis, esta ha aumentado de forma considerable y España se sitúa aún muy por encima de la OCDE".

"Las reformas fiscales introducidas entre el 2007 y el 2012 han reducido las prestaciones sociales de manera considerable y han incrementado los impuestos. Los resultados de la simulación muestran que la consecuencia ha sido una reducción de los ingresos netos para los hogares cuyas personas trabajan y para los no trabajadores", apunta la OCDE.

El desempleo, la precariedad laboral y el paro juvenil son los problemas que la OCDE recomienda corregir para mejorar la calidad del mercado de trabajo en España. Desde el estallido de la crisis económica, España ha sufrido la caída más importante del empleo en la OCDE, después de Grecia, con un descenso del 16%.

Las turbulencias económicas han afectado "en particular a los trabajadores atípicos o con un contrato no estándar ya que un 60% de las pérdidas de empleo entre 2007 y 2013 han sido empleos temporales y ha afectado a los trabajadores con salarios bajos". Si bien es cierto que "el año 2014 marcó una recuperación del empleo", el 60% de los jóvenes entre 15 y 29 años aún tiene un contrato parcial o temporal, apuntó la OCDE.

Se recomienda a España que, basándose en la reforma laboral de 2012, avance "en la creación de puestos de trabajo más estables" y en "reducir la dualidad del mercado de trabajo". La OCDE también aconseja que se mejore la coordinación entre los esfuerzos del Gobierno central y de los autonómicos en políticas de empleo y que se refuerce la oferta de "servicios para grupos de menores ingresos, especialmente familias con menores o personas dependientes".

Por último, y "una vez que mejoren las condiciones fiscales", la OCDE ve necesario que España implemente "medidas para revertir la tendencia a la baja en la redistribución, tanto por el lado fiscal como las prestaciones sociales".

Los jóvenes son los más afectados por la precariedad

El informe de la OCDE también destaca que los jóvenes son los más afectados por la precariedad, ya que el 40% no disfruta de un puesto de trabajo convencional y la mitad de los contratos temporales los firman personas que aún no han cumplido los 30 años.

Otro factor clave para analizar el problema es la desigualdad de género. El creciente número de mujeres que trabajan ha "ayudado a frenar la desigualdad", pero estas cobran un 15 % menos que los hombres. La proporción de hogares con mujeres que trabajan "se ha mantenido en niveles de hace 20 o 25 años, pero la desigualdad de ingresos ha crecido", agrega el estudio.

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