El Gobierno húngaro defiende sus consultas sobre la pena de muerte e inmigración ante la UE

  • Ha defendido ante el pleno del Parlamento Europeo su legitimidad para realizar en su país consultas "sinceras" sobre la reinstauración de la pena de muerte.
  • "Nada en nuestra acta de adhesión a la UE decía que había temas sobre los que no podíamos preguntar a la ciudadanía", indicó el primer ministro.
El primer ministro húngaro, Víktor Orbán durante su intervención en un pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
El primer ministro húngaro, Víktor Orbán durante su intervención en un pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
EFE/Patrick Seeger
El primer ministro húngaro, Víktor Orbán durante su intervención en un pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

El primer ministro húngaro, Víktor Orbán, ha defendido ante el pleno del Parlamento Europeo su legitimidad para realizar en su país consultas "sinceras" sobre la reinstauración de la pena de muerte o los miedos de la población respecto a la llegada de inmigrantes.

En un debate sobre Hungría tras las declaraciones de Orbán sobre la pena capital y la criminalización de la inmigración, el primer ministro subrayó la potestad del Gobierno de Budapest para realizar consultas de tipo nacional más allá de lo que opine Bruselas, una intervención que despertó las críticas de buena parte del hemiciclo.

Sobre la pena de muerte, Orbán dijo que el Gobierno no llevará a cabo ninguna acción contraria a los valores y principios de la Unión Europea (UE), si bien apuntó que las normas pueden revisarse al no tratarse de "la Biblia".

"Nada en nuestra acta de adhesión a la UE decía que había temas sobre los que no podíamos preguntar a la ciudadanía", indicó.

"Defenderemos siempre el derecho a la libertad de expresión", señaló el primer ministro, quien a propósito del revuelo causado por sus declaraciones públicas aseguró que los húngaros "tienen una forma de hablar muy franca, sin pelos en la lengua".

En cuanto a la consulta pública llevada a cabo sobre las eventuales vinculaciones de la inmigración y el terrorismo, Orbán defendió que la política de Bruselas de reparto de refugiados por cuotas es "una locura" y tendrá "un efecto llamada".

El primer ministro lamentó que Europa "examine una y otra vez las políticas húngaras" y se mostró orgulloso de las mayorías electorales conseguidas en los últimos años.

Orbán intervino en la Eurocámara por propia iniciativa, tras conocer que se iba a celebrar un debate sobre la acción de su Gobierno a propuesta de gran parte de los grupos políticos europeos.

"He sentido la obligación de venir a hablar en nombre del pueblo húngaro", declaró al inicio de su alocución.

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