Dos guardias civiles acusados de una trama china de blanqueo denuncian que sufrieron presiones y amenazas para confesar

Dos agentes de la Guardia Civil destinados al Servicio de Aduanas del Aeropuerto de Manises (Valencia), acusados de pertenecer a una trama china de blanqueo de capitales, han afirmado ante el tribunal que les juzga que recibieron "presiones y amenazas" para confesar los hechos que se les imputa.

Dos agentes de la Guardia Civil destinados al Servicio de Aduanas del Aeropuerto de Manises (Valencia), acusados de pertenecer a una trama china de blanqueo de capitales, han afirmado ante el tribunal que les juzga que recibieron "presiones y amenazas" para confesar los hechos que se les imputa.

Estos dos agentes se han pronunciado así en el juicio que se sigue contra ellos y contra otro compañero y cinco personas más, de nacionalidad china, en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia. Los tres guardias civiles procesados en esta causa y el presunto cabecilla chino se enfrentan a 16 años y medio de prisión, tal y como les reclama la fiscal, mientras que para el resto solicita 11 años y medio.

El juicio arrancó ayer con las cuestiones previas, y los abogados defensores aprovecharon para solicitar la nulidad tanto de las intervenciones telefónicas como la cadena de custodia de las pruebas, entre otros asuntos. El tribunal indicó que resolvería estas cuestiones en sentencia, y dejó para hoy las declaraciones de los acusados.

Los tres agentes de la Guardia Civil procesados han querido responder este martes únicamente a las preguntas formuladas por sus abogados, aunque han tenido que escuchar lo que declararon ante el juez durante la instrucción.

Dos de ellos, además, han afirmado que sufrieron "presiones" y "amenazas" para confesar los hechos cuando fueron detenidos. En concreto, uno de ellos, que no se ha ratificado en su declaración, ha aseverado: "Yo estaba bajo presión. Me presionaron y me dijeron que mis compañeros estaban declarando contra mí". También otro agente ha declarado que cuando le arrestaron, le indicaron que o confesaba, o acabaría en prisión.

Así mismo, uno de estos agentes, al que se le detuvo en los aseos del aeropuerto cuando le entregaba a un 'correo' una mochila con 520.000 euros y el salvoconducto para pasar los controles sin problemas, ha declarado que desconoce si se estaba sacando dinero de España para blanquearlo, y ha negado que confeccionara algún documento para respaldar estas operaciones.

En su declaración en instrucción, declaró que conocía al presunto cabecilla chino, quien le ayudaba y le prestaba dinero porque atravesaba "momentos difíciles". También ha afirmado que nunca pensó que estuviese cometiendo algún delito, puesto que lo que hacía era "algún favor" a éste. "Solo pensaba que era un favor, para ayudar a las personas", ha destacado.

Por su parte, el otro acusado, agente de Aduanas, que también ha alegado "presiones", ha indicado que conocía a este supuesto cabecilla de nacionalidad china desde hacía muchos años y ha aclarado que dejó de ser Guardia Civil en junio de 2013, antes de cometerse algunos hechos de los que se le acusa.

El tercer agente tan solo ha contestado a preguntas de su abogado que ha podido ver toda la documentación que obra en la causa y ha negado que exista algún documento que se refiera a él. En instrucción declaró —tal y como se ha reproducido— que en dos ocasiones, el cabecilla chino le pidió favores para que no contase el dinero que iba a sacar del país porque "los billetes eran muy pequeños y había muchos". Pero ha negado haber cobrado dinero por ayudar a blanquear dinero.

Los hechos

Los acusados se dedicaban desde julio de 2013 hasta septiembre del mismo año, de forma coordinada y concertada, con distribución de funciones y tareas entre ellos, a extraer elevadas sumas de dinero en metálico de España con destino a China a través del Aeropuerto de Manises, "de manera oculta y sin realizar los trámites legales para la declaración de los importes en los Servicios de Aduanas", según mantiene la fiscal en su escrito de calificación provisional.

Para llevar a cabo esta actividad, el cabecilla chino se encargaba de dar instrucciones a los 'correos', que eran los que se encargaban de viajar al extranjero, recoger y facilitar el dinero para su envío fuera de España, así como gestionar los billetes de vuelo con ayuda de uno de los guardias civiles.

Así mismo, otro agente, en su condición de sargento de la Guardia Civil destinado en la sección fiscal y desarrollando su trabajo en funciones de Resguardo Aduanero, aprovechando su facilidad de acceso y movilidad en las instalaciones aeroportuarias, se dedicaba a pasar el dinero al interior del aeropuerto eludiendo los controles de embarque, así como a confeccionar y sellar documentos de declaración de movimiento de medio pago, que posteriormente se entregaban a los 'correos'. Los otros dos guardias civiles acusados introdujeron el dinero en el aeropuerto sin pasar los controles de embarque —siempre según el mismo relato del ministerio público—. En compensación por todo ello, recibían una retribución en metálico.

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