Unos 200 vecinos del barrio de Perales del Río de Getafe, a los que se sumó el alcalde de la localidad, Pedro Castro, paralizaron ayer las obras de una planta de tratamiento de residuos inertes, una escombrera, que se construye en el término municipal de Madrid pero muy cerca de sus viviendas.

Los vecinos irrumpieron en las obras al mediodía con pancartas en las que se lee "Madrid contamina a Perales del Río" y con su presencia impiden el paso de camiones.

Y es que ya no aguantan más. "En cuatro kilómetros tenemos cuatro depuradoras, un secado de lodo y una incineradora", explica Nicanor Briceño, representante de los vecinos, para ilustrar el mal estado medioambiental de su barrio.

Sin impacto ambiental

Los vecinos se enfrentaron a excavadoras y camiones hasta que consiguieron paralizar los trabajos. "Ha sido un éxito, pero esto es sólo una batalla", dijo Briceño.

Si las obras siguen adelante se plantean acampadas de protesta y cortes de carretera. La planta tiene 65.000 metros cuadrados y es una concesión del Ayuntamiento de Madrid aprobada por la Consejería de Medio Ambiente.

El alcalde de Getafe declaró ayer que "la construcción de esa planta es una barbaridad, pues han iniciado las obras sin avisar al Ayuntamiento, sin contar con los vecinos y sin informe de impacto ambiental".

A 100 metros de las viviendas 

El regidor municipal, que se desplazó a Perales, añadió: "no vamos a consentir que se construya esa planta cerca de un colegio, una escuela infantil y a 100 metros de las viviendas de Perales, pues antes de empezar deberían haber mirado el entorno".

El Ayuntamiento de Getafe ha pedido a la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad que revoque la licencia de obras concedida por el Ayuntamiento de Madrid y paralice las obras, "pues la planta es totalmente incompatible con el uso residencial del suelo de Perales del Río".