Los comerciantes del centro se han puesto manos a la obra y han decidido unirse para velar por sus negocios. Los continuos robos y los actos vandálicos (pintadas en las paredes y persianas, rotura de cerraduras...) les ha llevado a contratar los servicios de una patrulla de vigilantes de seguridad privada.

La medida forma parte de una oferta gestionada por la asociación Centro Comercial Abierto (que cuenta con 300 socios) para que todos los comercios del casco histórico cuenten con un mismo sistema de seguridad conectado a una sola central de alarma.

"La unión hace la fuerza", afirma Federico Jiménez, presidente del colectivo, "y es la única forma de luchar contra los robos". Por 20 euros al mes más IVA, "15 euros menos que cualquier sistema de seguridad", matiza Jiménez, los establecimientos estarán vigilados desde una única sala y además contarán con los servicios de una patrulla de vigilancia.

De este modo, dentro de quince días un coche con dos agentes privados recorrerá las calles del centro desde las diez de la noche y hasta que los establecimientos abran sus puertas.

La cifra de guardas jurados irá aumentando según el número de comercios que se adhieran al sistema. "Esperamos que en un mes podamos tener dos coches patrullas nocturnos y una pareja de agentes durante el día".

Cámaras en la calle

Este paso es la antesala del sistema de cámaras que se instalará en varias calles y que aún está siendo analizado por los técnicos de la subdelegación del Gobierno. Después habrá que enviarlo a la Comisión de Videovigilancia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía para que decida si es viable, tal y como hizo con el caso de Málaga, donde ya se aprobó la ubicación de cámaras en el centro.

Autorización para circular

La asociación Centro Comercial Abierto pretende que los aproximadamente 800 establecimientos del casco histórico se sumen a esta iniciativa para instalar un sistema privado de vigilancia en la mayoría de las calles del centro, que incluya patrullas de agentes jurados durante las 24 horas del día. El primer vehículo, que recorrerá las principales calles de la capital a partir de julio, contará con autorización para circular por las avenidas peatonales y estará en contacto directo con los agentes de la Policía Nacional.