Rechazado por diferente

Discriminación laboral. Mujer, inmigrante, joven, homosexual, viejo, feo... Son las razones de algunas empresas para no contratar a alguien.
Mª Teresa García.
Mª Teresa García.
Mª Teresa García.

Las mujeres ganan en España alrededor de un 30% menos que los hombres y apenas ocupan un 3% de los cargos directivos. Se estima que cuatro de cada diez inmigrantes ocupan puestos por debajo de su cualificación. Hay miles de jóvenes en condiciones laborales precarias. Hay desigualdad en el trato laboral por discapacidad, por orientación sexual, por la apariencia física y hasta por hábitos personales, como el fumar. La Constitución española prohíbe la discriminación, pero la realidad dice algo distinto.

Las claves

Qué es: Todos los empleados de una cadena de tiendas de ropa son jóvenes y esbeltos, ¿será una coincidencia? Se da discriminación cuando los criterios para seleccionar a un trabajador no se basan en la capacidad laboral, sino en razones como la edad, el sexo, la apariencia, la nacionalidad, la ideología, la religión, etc. También se puede dar discriminación con las diferencias salariales injustificadas o en determinados casos de despido.

Por qué se da: Es un problema alimentado desde los prejuicios sociales y los estereotipos que afectan a distintos grupos sociales, desde las mujeres hasta los inmigrantes, pasando por los homosexuales o los discapacitados.

Quién lo sufre más: Las mujeres son las primeras afectadas y, en muchos casos, la situación tiene su origen en la maternidad. Los inmigrantes y los trabajadores más jóvenes y las personas de avanzada edad también se encuentran en una situación delicada. Además del sexo, la edad, la religión o la nacionalidad, existe discriminación laboral entre los homosexuales y transexuales, discapacitados, enfermos y hasta fumadores.

Lo que nos cuesta: Todos los países de nuestro entorno prohíben la discriminación porque supone, en primer lugar, un insulto a la democracia. Sin embargo, eso no basta para su erradicación y todos incluyen políticas de discriminación positiva de los colectivos afectados. Esta situación genera un despilfarro de los recursos de la sociedad.

Cómo protegerse: Los trabajadores que sean víctimas de discriminación deben denunciarlo. Las empresas deben elegir al personal en función de su capacidad y nunca por requisitos subjetivos o innecesarios.

EN PERSONA:

Mª Teresa García, 57 años, desempleada.

"Estoy buscando trabajo en algo relacionado con la ropa, la confección o la costura, pero es casi imposible por mi edad. En la mayoría de las ofertas que salen en los periódicos piden gente joven. He conseguido hacer alguna entrevista, pero siempre acaban comentándome que buscan a alguien con menos edad o cosas así. Me siento fuerte y me quedan bastantes años de vida laboral. Sé hacer mi trabajo perfectamente, tengo mucha experiencia y ganas de trabajar, pero eso no parece ser suficiente".

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