El pederasta de Castellans (Lleida), acusado de agresiones sexuales a los menores tutelados por la Generalitat que tenía en acogida a través de la Fundació Juvanteny, ha pedido perdón a las víctimas este miércoles durante el juicio, en el que ha aceptado la petición de Fiscalía de medio siglo de cárcel.

"Puede ser injustificable todo lo que he hecho, y una vez reconocido quiero pedir perdón a todos los que he hecho daño, comenzando por mi familia y todos los niños que he tenido", ha dicho David D.C. al finalizar la vista del juicio, y ha insistido en que quiere pedir perdón pese a que ha dicho que sabe que ya no puede hacer nada.

David D. C. fue detenido en junio de 2013 y en el registro de su vivienda los Mossos descubrieron más de 13.000 fotografías y unos 600 videos pedófilos o pornográficos de entre 1998 y 2008, según ha declarado uno de los agentes que ha dicho que no había material posterior y ha mostrado su convicción de que el acusado lo destruyó.

En la segunda planta de su vivienda de Castelldans, el acusado tenía cámaras ocultas con las que grababa a los jóvenes sin su consentimiento y en la que, según uno de los agentes, adoctrinaba a los muchachos y les ponía grabaciones para excitarles.

A través de su abogada, David D.C. ha pedido al tribunal una sentencia de conformidad con la petición de Fiscalía 51 años y ocho meses de prisión por delitos contra ocho jóvenes de los que seis han declarado en el juicio.

Fiscalía le acusa de cinco delitos de agresión sexual continuada, otro de agresión sexual, de uso de menores en grabaciones pornográficas, de un delito contra la intimidad por grabar a dos jóvenes mientras tenían relaciones con sus novias y de tenencia de pornografía infantil.

El acusado ha aceptado también afrontar una indemnización para las víctimas de 204.000 euros de los que 135.000 ya han sido pagados por la Fundación Juvanteny.

En la vista han declarado seis de las víctimas; cuatro chicos mayores de edad que eran menores cuando fueron agredidos y dos chicas que fueron grabadas mientras tenían relaciones con los jóvenes y, según la fiscal, uno de ellos no ha declarado "para evitar que su familia conozca por el juicio los abusos de los que fue víctima".

Uno de los chicos ha relatado que comenzó a vivir con el acusado cuando tenía seis años y que al cumplir 15 le obligaba a tener relaciones completas y otro ha contado que le tocaba ya en la guardería y que el día de su primera comunión le obligó a que le masturbara.

Uno de los Mossos que ha explicado que la primera pista para iniciar las investigaciones llegó por la denuncia de una mujer de Borges que intuyó que el acusado que había contactado con su hijo en Facebook pretendía que el niño se hiciera fotos eróticas y se las enviara.

Le llamaban "padre"

En la vista, la Fundación Juvanteny ha reclamado ser indemnizada por el acusado al menos por el mismo dinero que la entidad ya ha abonado a las víctimas argumentando que ha sido engañada por el acusado.

Para argumentar la capacidad de engaño, la Fundación ha desvelado que algunas de víctimas le llamaban "padre" y que incluso en los inicios del proceso llegaron a juntar dinero para pagar una abogada que lo defendiera aunque finalmente vieron la realidad.