El procesado por violar y matar a su pareja en Marín admite los hechos pero alega que "estaba muy borracho"

"Dicen que me pongo violento cuando bebo, pero yo no lo sé", ha declarado

El procesado en Pontevedra por violar y matar a su pareja en Marín ha admitido este lunes en el juicio los hechos pero ha alegado que "estaba muy borracho".

Con la confesión del acusado ha arrancado este lunes en la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra el juicio con jurado contra Miguel Sanmartín Argibay acusado de matar a su pareja Isabel Pérez Fraga, en Marín, en la madrugada del 26 de diciembre de 2013.

El acusado admitió que fue él quien golpeó a la mujer hasta dejarla "semiinconsciente" y que luego la agredió sexualmente, introduciéndole en la vagina un bote de espray y una botella de cava, antes de asfixiarla.

La Fiscalía y la acusación popular, que ejerce la Xunta de Galicia, piden una pena de 35 años de prisión; 20 años por asesinato y otros 15 por la agresión sexual. Por el contrario, la defensa del acusado solicita inicialmente una condena de dos años por homicidio imprudente, al entender que el hombre estaba bajo los efectos del alcohol.

Durante su declaración el acusado ha afirmado que no recordaba parte de lo sucedido. "Supongo que por el estado en el que estaba", ha dicho, ya que aseguró que había bebido mucho alcohol. "Sé que bebí mucho pero no sé cuánto", ha declarado.

Con monosílabos

El jurado popular de este juicio escuchó como el acusado admitía, respondiendo afirmativamente con monosílabos, que golpeó a su pareja durante una riña y que su pareja quedó semiinconsciente tras golpearse en la cabeza al caerse por un empujón.

Sin embargo, aunque admitió haberle quitado la ropa, ha dicho no recordar nada de la agresión sexual y ha negado que tuviese intención de matarla, pese a admitir también que le tapó la boca y la nariz con sus manos. "Dicen que me pongo violento cuando bebo, pero yo no lo sé", ha respondido a preguntas de su propia abogada.

"discusión de pareja"

La letrada de Miguel Sanmartín sostuvo que la muerte de la mujer se produjo en el marco de "una discusión de pareja", en la que hubo "agresiones mutuas". El propio acusado ha repetido durante el juicio en varias ocasiones que ella le había arañado.

Frente a esto la abogada de la Xunta ha recalcado la "gran violencia" de la agresión, producida en el salón de la vivienda, y la "frialdad de ánimo" mostrada por el acusado, que se fumó varios cigarrillos en la estancia tras la muerte de su compañera sentimental.

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