Condenado a 9 años de cárcel por lesionar y detener ilegalmente a su expareja en su domicilio de Durango

El acusado lanzó a la mujer contra la pared, la cogió del cuello y la golpeó por todo el cuerpo

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a un total de nueve años de prisión a un hombre que golpeó a su expareja hasta causarle lesiones, que le han deformado la nariz, y retenerla ilegalmente en su domicilio de Durango (Bizkaia) durante dos horas, hasta que ésta logró escapar.

Según la sentencia, fechada el pasado 27 de marzo y hecha pública este viernes, el acusado mantuvo durante años una relación de pareja con la agredida hasta que en diciembre de 2013 la dieron por finalizada.

El hombre se trasladó a otra vivienda, ubicada en la localidad vizcaína de Durango, a la que invitó a comer a la víctima el 31 de diciembre de ese mismo año. Cuando la mujer quiso abandonar la casa para dirigirse a su domicilio, no pudo abrir la puerta, al encontrarse cerrada con llave.

Tras pedir a su expareja que le permitiera salir y ante la negativa del hombre, logró hacerse con las llaves y llegar hasta el descansillo, donde fue alcanzada por el encausado, que la introdujo de nuevo en el interior.

La mujer, que intentó convencerle para que le franqueara la entrada, consiguió arrebatarle de nuevo las llaves, pero, poco antes de llegar al ascensor, el varón volvió a introducirla en el piso, donde la golpeó, "lanzándola contra la pared". Además, la cogió del cuello y cuando ésta trató de gritar para pedir ayuda, le tapó la boca y continuó golpeándola por todo el cuerpo.

Como la víctima había observado que el agresor había arrojado las llaves en el interior de un pequeño armario ubicado en la entrada de la vivienda, cuando logró zafarse de él, las cogió y huyó de la casa sobre las cinco de la tarde, tras permanecer más de horas en el interior, contra su voluntad.

Antes de denunciar los hechos ante la Ertzaintza, la mujer se dirigió al ambulatorio de Durango, donde fue atendida de numerosas contusiones y heridas en todo el cuerpo. Dos días después fue examinada de nuevo para evaluar la lesión que presentaba en la nariz, que había empeorado y que resultó ser una fractura de huesos.

También se le diagnosticó, además de las lesiones del primer reconocimiento, un hematoma el la mama izquierda, y sobreinfección de la herida de la pierna derecha. Posteriormente, precisó de tratamiento y controles médicos. Como secuelas definitivas, la víctima presenta "resalte óseo en base de la pirámide nasal izquierda, con dolor a la palpación superficial y dificultad respiratoria por fosa nasal izquierda".

CONDENA

Por ello, la Audiencia de Bizkaia condena al acusado a cuatro años y seis meses de prisión por un delito de lesiones causantes de deformidad, con la concurrencia de "agravante de parentesco", ya que ambos habían mantenido una relación sentimental.

Además, le considera responsable de otro delito de detención ilegal, también con la concurrencia de la agravante de parentesco, y le impone otra pena de cuatro años y seis meses de prisión.

Los jueces prohíben al condenado comunicarse con su expareja durante 16 años (ocho por cada una de las condenas) y mantenerse alejado de ella a una distancia mínima de 500 metros. También le obligan a abonar a la víctima 3.860 euros en concepto de indemnización por responsabilidad civil derivada del delito de lesiones y a pagar las costas de la causa.

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