Llegó el momento más esperado del año. Por fin te vas de festival. ¿Será el FIB? ¿El Arenal Sound? ¿Quizás el Low o el Viñarock? Llevas unos trescientosesentaytantos días impaciente desde la pasada edición, planeando el viaje con tus amigos, seleccionando todos los conciertos que no puedes perderte y haciendo encaje de bolillos para poder ver a todos tus grupos favoritos sin que coincidan los horarios. El abono bien guardado en la mochila, pero ¿estás seguro que llevas todo lo que necesitas? Estos son algunos imprescindibles para sobrevivir a un festival:
- Móvil (con cargador y apps instaladas). Si se te olvida el móvil estás muerto, así que guárdalo bien cerca. No solo te servirá para estar en contacto permanente con tus amigos o novio/a (a los que perderás de vista al menos tres docenas de veces), sino que te permitirá consultar la última hora de los festivales (cancelaciones, cambios de horarios...) a través de sus redes sociales o aplicaciones. Los campings suelen contar con zonas para la carga.
- Cámaras nacidas para Internet. Tan importante es ir a un festival como ser visto, y no es suficiente que te vean allí, sino también en todas las redes sociales: Instagram, Facebook, Twitter, Pinterest... Empieza a hacerte selfies a diestro y siniestro con tu cámara y a dar envidia a todos los amigos y conocidos que no han podido asistir.
- Petaca (donde nos dejen meterla). No todos los festivales tienen las mismas normas respecto a introducir bebidas alcohólicas en el recinto. Muchos lo tienen terminantemente prohibido, pero si el tuyo es de los que dejan, puedes optar por llevar una petaca, una neverita tipo playa y acercarte al pueblo más cercano a por provisiones.
- Botella de agua siempre a mano. Bailar, saltar, sudar, correr de escenario en escenario, sufrir empujones en una aglomeración, esperar bajo el sol durante horas para coger un buen sitio en un concierto... El gasto energético es considerable y la hidratación (como diría Zoolander) es fundamental para mantenerse en plena forma durante las maratonianas jornadas festivaleras. Lleva siempre contigo una botella de agua y bebe con frecuencia.
- Dinero en efectivo para gastos pequeños. No arriesgues tirando únicamente de la tarjeta de crédito, no siempre hay un cajero cerca del recinto y si lo hay y el festival se celebra en fin de semana, se quedará pronto sin disponible. Lleva dinero en efectivo. Lo necesitarás para casi todo: tomarte una cerveza, comerte un bocadillo, comprarte algo de merchandising, quizás coger un taxi para volver al hotel o a casa cuando terminen los directos...
- Pack para el sol: gafas, gorro y crema. Tres objetos imprescindibles si vas a pasar muchas horas bajo el sol. Unas buenas gafas evitarán que te deslumbres si el sol te da de frente mirando el escenario (y te ayudarán a pasar desapercibido cuando te aburras), un gorro para evitar una insolación y una crema con protección alta para protegerse de la quemaduras (evita los antiestéticos brazos de camionero y la marca de las gafas sobre la cara. ¡Son un horror!)
- Tapones para poder dormir. Qué bonito el camping de un festival, cuántos amigos nuevos puedes hacer, cuántas conversaciones puedes tener, cuántas risas de madrugada... Pero cuando el que quiere dormir eres tú y el que tiene la conversación nocturna subida de tono es el vecino de al lado, llega la pesadilla. Hazte con unos tapones y descansa como un angelito.
- Camiseta del grupo de moda. Nirvana, Motörhead, Joy Division, Los Planetas, Depeche Mode, Blur... Rebusca en tu armario o vete directo al puesto de merchandising del festival. La camiseta de tu grupo favorito dice mucho de ti y de tus gustos musicales, y suele ser una excusa maravillosa para hacer amigos o ligar. Además, es la única prenda que no molesta cuando otra persona la lleva idéntica.
- Pañuelos de papel para emergencias. Probablemente el complemento más versátil que puedes llevar contigo. Tendrás un apaño para casi todo: ¿que no queda papel higiénico en el baño? Coge un pañuelo. ¿Que no tienes con qué limpiarte después de comerte un bocata? Apáñate con uno. ¿Que te apetece sentarte en el suelo y no mancharte el modelo? Extiende otro. ¿Que se te caen las lágrimas viendo a tu grupo favorito? ¡Ideal para consolarte!
- Bañador y toalla en festivales playeros. No se trata de una cuestión de decoro ni tan siquiera de higiene, sino de tener cierto estilo y glamour. Por favor, no te bañes en calzoncillos ni en bragas y mucho menos en pelotas. Un bikini, trikini, tanga o bañador ocupan muy poco en la maleta y lucen más sobre tu cuerpo serrano. Tampoco te lleves a la playa la toalla del hotel o la que utilizas para la ducha en la zona de acampada (se llenará de arena). Si a todo esto le sumas unas chanclas, ya tienes el outfit playero-festivalero completo.
- Sudadera y chaqueta para la noche. No te dejes engañar por las fechas, a pesar del sol de verano por las noches siempre refresca y en las zonas de costa, además, la humedad cala hasta los huesos. Imprescindible una sudadera, cazadora o bomber para protegerse del frío. Tú decides. Son bien conocidas también en los festivales otro tipo de inclemencias como las tormentas de viento (FIB suspendió dos jornadas en 1997 y 2009 por este motivo) o las de lluvia (en el Primavera Sound de 2003 cayeron unas impresionantes), así que un chubasquero ligero por lo que puede pasar tampoco está de más.
- Aspirinas o algún otro analgésico. Seamos sinceros: un concierto de Motörhead, Einsturzende Neubauten o Underworld en primera fila puede ser lo mejor que te ha pasado en la vida, pero como te toque cerca de un amplificador, la cefalea y el pitido de oídos del día siguiente puede ser de campeonato. Por no hablar de si te pasas con los chupitos, las cervezas o los cubatas (o todo a la vez). ¡Ay amigo, qué mala es la resaca! Haznos caso, no pesan casi nada y te vendrán de perlas si se da algunos de los dos supuestos anteriores.
- Mochila o riñonera para llevarlo todo. Las riñoneras o las mochilas te permiten transportar de una forma cómoda todos esos pequeños y esenciales objetos de los que hemos hablado anteriormente (gafas, dinero, crema solar, móvil, agua, pañuelos de papel, aspirinas, entradas...), tener tus posesiones controladas sin temor a perderlas y, a la vez, las manos libres para aplaudir, bailar, coger el mini de cerveza, chatear o abrazar a tus amigos.
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