15 minutos con Harrison Ford

Convocados en una habitación de un hotel madrileño, CINEMANÍA ha compartido esta tarde 15 minutos con el único hombre capaz de protagonizar una triple portada de esta revista con tres películas diferentes: Harrison Ford. El veterano actor estadounidense ha pasado hoy por la capital para promocionar Morning Glory, su película más potable en unos cuantos años –te hablamos de ella en el último número–, y ha reunido fuerzas para enfrentarse a la prensa, una de las cosas que más odia. Una rueda de prensa multitudinaria esta mañana, dos horas de entrevistas para televisiones y un encuentro con unos pocos medios –entre ellos CINEMANÍA– era el plan de trabajo para el actor.

Antes de empezar nos dieron sólo un par de indicaciones: nada de pedirle hacerse fotos con él y era preferible no preguntarle por Indiana Jones V. Sobre esta película ya había respondido en la rueda de prensa que no hay nada a la vista, pero que sí Steven Spielberg y George Lucas dan con una buena idea él estaría dispuesto a participar en una quinta entrega de la saga.

Con una americana de lanilla, mocasines marrones y, sí, el pendiente que lleva desde hace unos cuantos años en la oreja izquierda, Harrison Ford ha aparecido con semblante serio y más prisas que ganas de hablar. Le han preguntado cuál seria su reparto, director y guionista para una película perfecta y ha puesto las cartas sobre la mesa: ni una concesión ni esfuerzo por su parte. "No puedo contestar, no trabajo en el mundo de lo abstracto". ¿Ni siquiera tiene un director favorito? "No", ha concluido como si fuera la pregunta más rara del mundo.

Durante el resto del encuentro ha quitado importancia a su trabajo –"Sólo soy un obrero"– y ha mostrado desinterés por el mundo del cine –"Es en lo que trabajo, pero tampoco es que vaya mucho al cine ni nada de eso"–. "Cuando decidí ser actor tenía que elegir entre Nueva York y el teatro, o Los Ángeles y el cine. Elegí lo segundo porque era menos rutinario, me ofrecía más desafíos y estaba mejor pagado", ha explicado sobre sus inicios con su característico tono entre fatigado y aburrido.

También le han preguntado por el presidente Obama, dado que el propio Ford interpretó al primero de los norteamericanos en Air Force One. "Haber sido el Presidente en una película no me cualifica para juzgar a Obama, no tengo nada que decir sobre él", ha contestado con educación pero severidad.

Morning Glory es una comedia sobre un matinal televisivo, una de las raras incursiones en el género de Ford. "No tengo sentido del humor", ha confesado con esa media sonrisa irónica que prestó a Indiana Jones y Han Solo. "En este caso me lo he pasado bien, pero hacer una comedia no conlleva necesariamente que te diviertas haciéndola".

El tiempo estaba corriendo y Ford había hecho algún gesto de cansancio, así que los responsables de prensa han avisado de que quedaba poco tiempo. CINEMANÍA tenía el último turno de preguntas y, en una edición express del cuestionario que llevábamos, hemos podido plantearle cuatro cuestiones. 1) Sigue haciendo trabajos de carpintería y chapuzas domésticas. "Tengo varios proyectos iniciados en casa, cuando vuelva los retomaré". 2) Desmintió que conociera a George Lucas gracias a su trabajo de carpintero. "No sé quién fue el primero en contar esa historia, pero es falsa. No estaba arreglando nada en casa de George cuando me dio el papel de American Graffiti". 3) Morning Glory está producida por Bad Robot, la compañía de J. J. Abrams y responsable de éxitos televisivos como Perdidos. "No vi el final de la serie, pero es que no he visto ningún capítulo de Perdidos". Y 4) preguntado sobre si había visto ya su próxima Cowboys & Aliens, la nueva película de Jon Favreau (Iron Man), respondió de pie y emprendiengo la huida con un escueto: "Sí. Es genial".