Las empresas agroalimentarias de Castilla y León podrán acceder a préstamos y ayudas reembolsables por valor de 260 millones de euros merced a un nuevo instrumento financiero que se encuentra entre las novedades previstas para el período 2014-2020 a través del Programa de Desarrollo Rural.

Este mecanismo de apoyo financiero reembolsable al sector agroalimentario podrá adoptar la forma de capital riesgo, garantías, microcréditos, o préstamos, mientras que la ayuda podrá incluir inversiones en activos así como inyección de circulante, según ha avanzado este miércoles la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, durante la clausura de la jornada 'La Ley de la Cadena Alimentaria, su impacto en Castilla y León', celebrada en el Auditorio del Museo de la Ciencia de Valladolid.

Este instrumento financiero de apoyo al sector agroalimentario se desarrollará en colaboración con el Banco Europeo de Inversiones.

Por otro lado, la Junta de Castilla y León convocará este mes de mayo, mediante la publicación de la orden en el Boletín Oficial de la Comunidad, las ayudas, con una dotación de 50 millones de euros, a la inversión productiva de las industrias agroalimentarias, recogidas también en el Programa de Desarrollo Rural de Castilla y León 2014-2020.

Tal como ha explicado la consejera, para tener acceso a estas ayudas a fondo perdido, la sociedad debe crear un mínimo de diez puestos de trabajo, ya sea por creación directa o bien mediante empleos de otras empresas que estuvieran en crisis o por reincorporación de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo de carácter suspensivo por existencia de fuerza mayor.

La ayuda variará entre 20.000 y 40.000 euros por puesto de trabajo creado, en función de la ubicación de la inversión, excepto en la provincia de Soria, donde se podría duplicar.

Esta son algunas de las iniciativas contempladas por el Ejecutivo regional hasta 2020, a la que se sumará la apuesta por la I+D+i de las industrias agroalimentarias. Así, el sector agrario y agroalimentario contará, hasta ese año, con una dotación de 70 millones de euros para innovación.

Cadena alimentaria

Por lo que se refiere al objeto de la jornada, la cadena alimentaria, Clemente ha recordado algunas de las medidas adoptadas por su departamento para mejorar el funcionamiento de la misma, además del apoyo económico, como iniciativas para apoyar la industria agroalimentaria y reducir sus actuales desequilibrios.

Así, ha señalado que la Ley Agraria, aprobada en marzo del 2014, establece una serie de herramientas que se van a poner en marcha para mejorar el equilibro en la cadena de valor, tales como la creación del Registro de Mercados de Productos Agrarios de Castilla y León, la inclusión de cláusulas en los contratos agrarios, la creación de la Junta de Arbitraje y Mediación para los contratos agrarios, la instauración del defensor de la cadena alimentaria y el desarrollo de las organizaciones interprofesionales agroalimentarias.

Además, Clemente ha recordado que para mejorar el equilibrio de la distribución de costes y beneficios de los productos agroalimentarios, la Consejería ha puesto en marcha distintas mesas sectoriales como la del ovino de leche, de la leche de vacuno, de la patata y del ibérico para analizar la situación de esos sectores y las relaciones entre los distintos agentes de la cadena de valor.

Por otro lado, Silvia Clemente ha subrayado el apoyo de la Junta a las inversiones en las industrias agroalimentarias que creen empleo, al hilo de lo cual ha repasado el apoyo económico desde 2007 a 1.583 empresas agroalimentarias por valor de 760 millones de euros, lo que ha permitido la creación de 4.980 nuevos empleos.

Por su parte, el presidente de la Asociación de la Industria Agroalimentaria de Castilla y León (Vitartis), Félix Moracho, ha subrayado el trabajo que desarrollan para ayudar a los asociados en sus procesos de innovación e internacionalización y ha reivindicado el papel de Vitartis como interlocutor con la Administración y las organizaciones agrarias.

Moracho ha insistido en que la asociación "tiene que ser la voz" que defienda los intereses generales de la industria agroalimentaria de Castilla y León para "contribuir al progreso de la región" con "propuestas concretas". "Estamos comprometidos con nuestra tierra y queremos que los alimentos de Castilla y León conquisten más y más mercados", ha agregado.

Asesoramiento y experiencia

También se ha referido a la labor que lleva a cabo Vitartis con sus asociados, a los que ofrece asesoramiento y experiencia en sus procesos de internacionalización y de innovación, así como información sobre ayudas y posibilidades de financiación.

El presidente de Vitartis inauguró este foro acompañado del presidente de la Unión Regional de Cajas Rurales de Castilla y León y de Caja Rural de Zamora, Obdulio Barba, entidad que también organiza la jornada, junto con la revista Castilla y León Económica.

También intervinieron Daniel Parejo, socio de Garrigues, que explicó la adaptación de las empresas a la Ley de la Cadena Alimentaria; el director de Desarrollo de Aecoc, Jordi Cuatrecases, que habló sobre los servicios de internacionalización; la viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual, y el director general de Industrias Agrarias y Modernización de Explotaciones, Jorge Morro, que expusieron las líneas de financiación, así como el director general de CajaViva Caja Rural, Ramón Sobremonte, que se refirió a la financiación del sector agroalimentario.

Vitartis concentra en la actualidad el 40 por ciento de la facturación y del empleo de la industria agroalimentaria de Castilla y León. Las exportaciones suponen el 20,3 por ciento de la facturación de las empresas asociadas, cuya actividad se desarrolla en los sectores lácteo, harinas y derivados, frutos secos, azucarero, café (productos solubles), vinos, legumbres y hortalizas, galletería, dietética, alimentos preparados y congelados, conservas (vegetales), cárnico, aditivos, hostelería y restauración, alimentación animal, así como en el sector agroganadero y biotecnología alimentaria.

También forman parte de la asociación las universidades y centros tecnológicos de la Comunidad, a fin de convertirla en "un instrumento de impulso a la conexión entre el mundo de la ciencia y la empresa".