Sin embargo, el Ayuntamiento va a facilitar que se esclarezcan estas situaciones rápidamente: convertirá en digitales las alrededor de 600 cámaras de vídeo que actualmente controlan el tráfico en la ciudad. Hasta ahora estas cámaras graban el tránsito, aunque la mayoría de las imágenes se borran en 30 minutos (las cintas se regraban), por lo que «cuando el juzgado nos las solicita, casi a diario, en ocasiones no las tenemos porque, de momento, sólo hay 16 cámaras digitales», explicó ayer el concejal de Circulación, Alfonso Novo.

Nadie se escapa

De esta forma, prácticamente cualquier incidente quedará registrado en la base de datos municipal, puesto que una vez cableada la ciudad con fibra óptica (sólo falta Fernando el Católico y Hermanos Maristas), empezarán a reconvertir las cámaras.

Además, con la digitalización de las imágenes, el procesamiento de la información será mucho más rápido. «Las propias cámaras detectarán si hay algún vehículo parado obstaculizando el tránsito o si circula en dirección contraria –indicó el edil–, por lo que tanto la Policía como los Bomberos y las ambulancias acudirán al lugar más rápidamente».

Dirán a los coches dónde hay atascos

Otro de los servicios que dará la renovación del sistema de control de tráfico de la ciudad será el facilitar a los vehículos provistos con un navegador de información en tiempo real de los lugares en los que hay atascos, calles cortadas o cualquier otra incidencia. Sin embargo, no se han marcado plazos: «Lo primero es tener un sistema capaz de soportar estos servicios y luego ir implantándolos».