Vanesa Martín: "Me llegaron a decir que si me quitaba un botón vendería más"

  • Es la primera cantante pop española que da un concierto en el Teatro Real.
  • "Uno me dijo: pero tú que te crees, si hay mil como tú", cuenta la artista.
  • "Iba de sala en sala por Madrid a ofrecer mi maqueta: así empecé".
La cantante Vanesa Martín
La cantante Vanesa Martín
ELENA BUENAVISTA
La cantante Vanesa Martín

El viaje en tren con todas las paradas: así ha sido y sigue siendo la carrera de Vanesa Martín (Málaga, 1980), la mujer que se convierte en la primera española que cantando pop tiene por escenario el Teatro Real. Ese templo pocas veces pisado por figuras que no sean del género clásico ha cedido espacio a la joven malagueña que desde los seis años camina guitarra en mano. Compositora y cantante, se vino a Madrid segura de que antes o después lo lograría.

Y poco a poco, ha ido llegando: en 2006 publicó Agua; en 2009, Trampas (producido por Carlos Jean); en 2012, Cuestión de piel, número 1 en iTunes y el tercero más vendido; en 2014, Crónica de un baile, que vuelve a ser número 1 en iTunes. Antes de todo esto, fue de sala en sala con su maqueta en el bolsillo por si alguien quería escuchar lo que desde que recuerda hace.

La primera mujer del pop nacional que pisa el Real, ¿es usted de las que llegan primero?

No, yo no he sido pionera en nada... O en casi nada. Y esto del Teatro Real es una gran responsabilidad. No me lo creía cuando me lo dijeron. Ese templo que es el Teatro Real...

Pero se puede abrir un poco ese 'templo' a otras músicas, ¿no le parece? ¿A quién pondría en la lista para que le den la vez?

A India Martínez, a Pastora Soler, a Luz Casal. Bueno, es que Luz Casal es muy grande, es el referente.

Una lista de gente fuera del circuito clásico, ¿a veces se sienten menos valorados por su registro?

Es un circuito el clásico que... Vamos que si yo me pongo a cantar clásico me van a caer paraguazos. Cada uno tiene su registro, y yo no me siento menos valorada por el mío. El mío además, al margen de registros, tiene que ver con la emoción.

¿Su clave?

Sí, la emoción, para mí es fundamental. A veces compongo cosas que he vivido y la emoción, claro, está ahí, pero también está cuando compongo sobre algo que no he vivido. Soy muy peliculera y de emocionarme muy rápido. Y muy camaleónica. Me meto en el papel y me emociono, me lo creo y lo vivo.

¿Alguna emoción sobre la que no escribiría?

No, ninguna, se puede hablar de todo si se encuentran las palabras justas.

La dificultad de la palabra justa...

Sí, pero a veces vienen solas y entonces me dejo llevar y es casi catártico cuando sale así. Es mi manera de expresarme la música. Necesito componer, porque cuando lo hago estoy más en calma.Es muy raro que no escriba. Si no lo hago es por tiempo. Es mi manera de soltar. Hablando soy muy directa, no pienso lo que digo, voy sin trampa ni cartón.

¿Le ha jugado malas pasadas ir así?

Bueno, pues meto la pata a veces, pero igual que la meto, digo perdón y la saco. Con toda naturalidad.

¿Ha sentido que le faltaba la compañía?

Llegó un momento en que sentí que la compañía era precaria, por eso he cambiado dos veces de equipo.

¿Y su familia?

En mi familia siempre han sido incondicionales.

¿Si no lo hubieran sido, habría seguido adelante?

Sí, también. Mi padre, cuando me vine a Madrid de Málaga, me dijo: no voy a hacerme cargo, búscate la vida. Pero luego estaban todos los fines de semana viniendo a Madrid, ayudando...

Y se la buscó...

Tenía dinero ahorrado y me duró dos meses. Entonces cogí la Guía del Ocio y busqué las salas de conciertos y me pasaba para ofrecer mis maquetas. Algunos dijeron que no, pero otros que sí. Hasta que llegó un día que El Búho Real estaba lleno. Pero hubo veces que canté sólo para seis personas.

¿Guarda rencor a algunos de los que le dijeron 'no'?

No tengo rencor. Me decían todo el tiempo, aquella época era el boom de Operación Triunfo, que era imposible que lo consiguiera. Y eso más ganas me daba de conseguirlo, cuanto más me lo decían, más quería llegar.

¿De verdad que ni a una sola persona?

Bueno, hubo un chico que me dijo en su día: "¿Pero tú qué te crees?, si como tú hay mil". Lo volví a ver tiempo después: él iba con un grupo que me hacía de telonero a mí.

¿Y cómo fue el encuentro, se saludaron?

Sí, me saludó y estaba avergonzado. Ya decía mi abuela y tenía razón: no hay que vengarse, que ya la vida pone las cosas en su sitio.

A usted que tanto le dijeron que con el boom de OT no llegaría y demás, ¿cómo ve esos programas?

Yo nunca habría ganado un concurso así. No habría pasado ni la tercera prueba. Los grandes beneficiarios de esos concursos son los que quedan segundo o tercero..., el resto... Y luego que en tres meses no se hace un artista, ya lo eras de antes, se lleva en la sangre. Como Bisbal, él ya era un artistazo.

¿Hay alguien delante de quien usted no cantaría?

Delante de un dictador no cantaría, eso te lo digo seguro.

¿Escribiría algo abiertamente político o de denuncia?

Si encontrara las palabras, lo haría, pero si no, no, porque es muy fácil caer en la demagogia. A lo que sí canto y abiertamente es a la libertad de la mujer... Queda mucho camino por recorrer. Sobre todo en temas de igualdad y eso en una sociedad desarrollada...

¿Cree que las mujeres tienen cierta responsabilidad?

No, la gente con la que yo me relaciono al menos, no son de las que contribuyen a la desigualdad, todo lo contrario: peleamos por la igualdad. Pero hay muchas barreras todavía.

¿Qué diferencias, si las hay, siente como mujer en la música?

Yo personalmente noto que todavía no tenemos las chicas el fenómeno fan que sí  tienen los chicos.

¿Ha sufrido alguna conducta machista?

Uno me dijo: "Si te quitas ese botón, venderemos más". Y yo le dije: Igual si te escuchas mi maqueta, también vendemos. Y con las preguntas esas de si tengo hijos o voy a tenerlos ni me molesto, el problema está en la persona que hace esas preguntas, porque indica que tiene una mentalidad que... Así que al menos yo tengo eso ganado, igual que no necesito tener a alguien a mi lado.

¿Qué es lo que más le importa?

Mi familia, mis perros y mi salud mental. La serenidad que he conseguido me importa mucho. Es lo que más me preocupa.

¿Le da miedo perder la 'perspectiva'?

No, estoy segura de que tengo las raíces bastante gordas.

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