El Museo de León ha escogido como 'Pieza del mes' para verse del 1 al 31 de mayo la Ejecutoria de Hidalguía de Don Fernando de las Puertas, un pergamino escrito e iluminado que data del año 1607, y que probablemente procede del pueblo vallisoletano de Renedo.

De martes a domingo, a las 12.30 horas, se realizarán visitas guiadas para conocer todos los bienes que alberga el museo, en especial, este documento.

Este texto está formado por 43 páginas, a las que se añaden dos manuscritas donde se informa de pleitos y descendencia familiar, han informado fuentes de la Delegación Territorial en un comunicado recogido por Europa Press.

La ilustración que aparece en la primera página representa en un recuadro superior al hidalgo don Fernando junto a su familia recibiendo sendos rosarios de la Virgen y el Niño.

En la parte inferior se puede ver un escudo con un castillo y un león y en los márgenes orlas con flores y armas que acogen a San Juan Bautista y San Francisco, acompañado de Bartolomé de la Puerta y quizá otro antecesor.

Se trata de un documento "significativo sobre el afán de parte de la sociedad por ser incluidos como miembros privilegiados", han agregado las mismas fuentes.

Este escrito, se da en la Audiencia y Chancillería de Valladolid a petición del interesado, debido a un pleito motivado por la duda sobre su condición de hidalgo.

Este tipo de documentos son objeto de estudio por parte de diversos especialistas, diplomatistas, juristas, historiadores y sociólogos, entre otros, porque constituyen una importante fuente de información sobre estas materias.

La producción de las ejecutorias de hidalguía se desarrolló desde el siglo XV hasta comienzos del XVIII respondiendo a una parte de la sociedad en busca de afirmación de su posición social y mejora de sus condiciones de vida, mediante el reconocimiento de su condición de linaje de hidalgos.

A veces, los concejos de los diferentes municipios carecían de la documentación suficiente para acreditar a los ciudadanos como hidalgos o como pecheros. Los primeros disfrutaban de la exención de impuestos y gozaban de numerosos beneficios, mientras que los pecheros se veían obligados al pago de tributos.

Por esta razón, fueron numerosos los litigios, para dirimir por cauce judicial las cuestiones relativas al estatuto nobiliario, que liberaba de cargas impositivas.