La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha dado en la mañana del martes "por cumplidos" los objetivos de su mandato, en un pleno, el último de la legislatura, en el que ha destacado que su labor se ha centrado en hacer una administración "económicamente viable" y en dejar atrás el déficit por lograr el superávit.

Botella ha respondido así a dos preguntas de los portavoces de PSOE y UPyD, Jaime Lissavetzky y David Ortega, respectivamente, en las que se interesaban por si la alcaldesa considera que se han alcanzado los objetivos marcados al principio de la legislatura que concluye ahora.

En su intervención, Botella ha defendido su labor al frente del Ayuntamiento de Madrid y ha destacado que, en los últimos tres años y medio de su mandato, "los madrileños han pagado casi 4.000 millones de deuda", lo que implica que ahora hay que pagar menos intereses por demora.

Ha permitido además volver a invertir, en concreto 700 millones de euros este año y el anterior, ha apuntado la alcaldesa, que ha llamado la atención sobre el hecho de que la ciudad funcione con 500 millones de euros menos, sin rebajar los gastos sociales.

Según Botella, la consecuencia de este hecho es que, por primera vez en una década, los madrileños van a poder pagar un 10 por ciento menos de impuestos, algo que le ha llevado a expresar su convencimiento de que su labor al frente del ejecutivo local ha sido "útil" para los madrileños.

Lo que su gobierno ha hecho en estos tres años, ha enfatizado, es hacer una administración "económicamente viable" en la que se ha cambiado déficit por superávit, a pesar de que los ingresos se redujeron en 1.650 millones respecto a la situación previa a la crisis.

Además, ha enumerado, se ha reducido burocracia, se han mantenido las escuelas infantiles, se ha trabajado por las personas sin hogar, se ha creado el sistema público de alquiler de bicicletas, se ha abierto el parque de Valdebebas y se han efectuado pequeñas obras en todos los distritos.