El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado las obras de los pozos de ataque de los túneles viarios de la plaza de les Glòries, entre las calles Badajoz y Castillejos, que se alargarán hasta 2017 —24 meses de ejecución— con un coste previsto de 60 millones de euros, según ha explicado el director general de Bimsa, Ángel Sánchez.

En declaraciones a los medios este lunes, ha explicado que las obras permitirán ejecutar los túneles entre estas calles, de 508 metros de longitud, con bocas en la calle Castillejos y en la mitad de la manzana Badajoz-Ciutat de Granada.

Según Sànchez, los trabajos previos se iniciaron el 10 de abril, la semana pasada se empezó con el movimiento de tierras y ahora el objetivo es llevar a cabo la explanación para llegar "a la cota de inicio de las pantallas de hormigón que permitan crear el túnel futuro a cielo abierto y los pozos de ataque de las excavaciones en mina".

Durante los próximos cuatro meses, ha explicado, se ocuparán de este trabajo, del desvío de los servicios afectados —como los colectores— así como el de las instalaciones y acabados que sean necesarios.

También ha admitido que la parte más delicada de la obra es el paso en mina por debajo de las infraestructuras ferroviarias que hay en la plaza: L1 del metro, las líneas de Cercanías R1 línea de Maçanet-Massanes, R3/R4 líneas de Manresa y Puigcerdà, y la línea de Estación de Francia-Sants.

Para ello, tendrán que hincar unos tubos de 1,10 metros de diámetro, hormigonarlos y crear puentes para que no cedan estas grandes infraestructuras, pasando en mina por debajo de ellas, así como también rebajar el nivel de agua porque trabajarán siempre bajo freático.

Además, han diseñado un plan de auscultuación para analizar el comportamiento de los trabajo que realicen y la interrelación con el entorno, y pondrán así inclinómetros y extensómetros en las pantallas que ejecuten, en aceras y fachadas de edificios con este objetivo.

En su opinión, la obra que llevan a cabo tiene características similares con otras que se han realizado en Barcelona y que han pasado por debajo de infraesctructuras existentes, aunque desconoce si alguna lo ha hecho por debajo de líneas ferroviarias.

Sin embargo, ha remarcado que su objetivo es que las obras no afecten a ningún usuarios e Cercanías —"la idea es que ni se enteren de que pasamos por debajo—, y ha lanzado un mensaje de tranquilidad a los vecinos de las Glòries.

En paralelo, ante el inicio de estas obras, Bimsa empezó en marzo a realizar inspecciones de los edificios de alrededor para garantizar la máxima seguridad, y se harán en 45 edificios —unas 850 viviendas—.

Los túneles previstos serán unidireccionales, con tres carriles por sentido, con una longitud total de 957 metros, que recogerán el tráfico e la Gran Via con una media de 90.000 coches por día.

Una vez se completen los 508 metros de longitud de esta primera fase en ejecución, está previsto una segunda fase de túnel, de 449 metros, entre las calles Badajoz y la Rambla del Poblenou.