La trituradora de Majadahonda estaba en el sótano al que solo iba el detenido

  • Solo podía acceder con llave el casero.
  • Está imputado por un delito de detención ilegal; también se busca a su tía, quien desapareció "de forma no voluntaria" tras poner en venta el chalé.
Precinto del contenedor que se encuentra en la finca ubicada en las afueras de Santa Cruz de la Zarza (Toledo), registrada hoy por agentes de la Guardia Civil.
Precinto del contenedor que se encuentra en la finca ubicada en las afueras de Santa Cruz de la Zarza (Toledo), registrada hoy por agentes de la Guardia Civil.
EFE
Precinto del contenedor que se encuentra en la finca ubicada en las afueras de Santa Cruz de la Zarza (Toledo), registrada hoy por agentes de la Guardia Civil.

La trituradora en la que se hallaron restos de la mujer desaparecida en Majadahonda (Madrid) estaba en un sótano al que solo accedía con llave el casero, que es el que está detenido, imputado por el momento por un delito de detención ilegal por esa desaparición, aunque también se busca a su tía. Así lo ha explicado el comandante jefe de la Guardia Civil de Majadahonda, Julián Martínez, en una rueda de prensa en la que ha informado sobre este caso junto a la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, y el coronel jefe de la Comandancia de Madrid, Santiago Caballero.

El comandante ha relatado que a Bruno H.V., de 32 años y nacionalidad española, se le imputa un delito de detención ilegal en relación con la desaparición de Adriana Giogiosa, argentina, de 55 años, ya que aún no se puede contemplar un homicidio. También se investiga, aunque aún no se le imputa porque hay que confirmar si se trata realmente de una desaparición, el paradero de la tía del arrestado, llamada Lidia H.F. y de la que no se sabe nada desde 2011, cuando según su sobrino ingresó en una residencia.

Esta mujer, con la que su familia tenía poca relación y por tanto no sabe dónde podría vivir los últimos años, había puesto la vivienda en venta hace cinco años y había firmado un documento cediendo el uso a su sobrino, que se encargaba del alquiler, y ahora la Guardia Civil investiga si ese documento está realmente rubricado por ella.

El acceso a las cuentas de esta mujer, de 60 años, ha revelado que desde hace años no tienen gastos, salvo los que se cargan automáticamente referidos a impuestos, aunque sí ingresos de una pensión.

No es un asesino en serie

La Guardia Civil descarta por el momento que a Bruno H.V. se le puedan imputar más víctimas "y que sea un asesino en serie", ya que han sido localizados los seis inquilinos que habían vivido en los últimos tiempos en la casa de Majadahonda en la que residía Adriana, ha dicho el comandante. Lo que si sabe es que, en los primeros días de abril, cuando la familia de Adriana comenzó a sospechar que podía haberle pasado algo porque no contestaba sus mensajes, Bruno fue en dos ocasiones a un centro comercial a comprar una gran cantidad de productos de limpieza y guantes, limpió la vivienda durante dos días y pintó una parte.

La denuncia por la desaparición de Adriana se puso el 6 de abril y entonces los agentes fueron con Bruno a la casa que alquilaba a la mujer, para descartar que estuviera retenida contra su voluntad. Lo que vieron y sus declaraciones contradictorias les hizo sospechar el casero y le detuvieron.

En las siguientes horas, ya de noche, acudieron a la vivienda con una orden de registro y encontraron restos de sangre en una trituradora de grandes dimensiones que estaba en un sótano al que no podían acceder los inquilinos, sino solo el casero con llave. Al comprobarse después que estos restos pertenecen a Adriana se reforzó la hipótesis de que el casero puede ser el autor de la desaparición y podría haberla descuartizado y tirar sus restos a la basura, aunque él no ha confesado nada, ni colabora con los agentes.

Revisan el vertedero

Por eso se continúa revisando el vertedero de Pinto, algo que puede alargarse durante meses porque hay que analizar unas 20.000 toneladas de residuos, ha advertido el comandante. La Guardia Civil también halló en la casa en la que vivía Bruno con su padre el ordenador de la mujer y las llaves de su coche, que se localizaron después en las inmediaciones, aunque aún busca el móvil de la desaparecida, cuya señal se captó en Barcelona en día que Adriana desapareció.

Otros elementos que se analizan son las 22 muestras que se recogieron en una finca de la localidad toledana de Santa Cruz de la Zarza que, según ha matizado el mando, pertenece al detenido.

Dos de esas muestras, halladas dentro de un gran contenedor en el que Bruno guardaba numerosos utensilios, son de sangre según el primer reconocimiento, por lo que cuando se confirme que es así su ADN se comparará primero con el de la familia de Adriana, y luego con el de la tía del arrestado. Precisamente esta mujer desapareció "de forma no voluntaria" tras poner en venta dicha vivienda, de la que era propietaria.

En una rueda de prensa ofrecida en la Delegación del Gobierno, en la que también ha participado la delegada, Concepción Dancausa, el comandante ha explicado que a la dueña del chalé de la urbanización de La Sacedilla, Lidia H.F., se le perdió la pista después de que pusiera en venta dicha propiedad entre 2010 y 2011. De hecho, según han contado a la Guardia Civil vecinos y allegados a esta mujer, no la ven desde entonces y atestiguan que puso en venta su chalé, conocido porque era en el que residía hasta este mismo mes en régimen de alquiler Adriana G., la mujer argentina que está desaparecida y que se teme que fue asesinada por el sobrino de Lidia, que hacía las veces de casero, Bruno H.V.

A pesar de este intento de venta, la Guardia Civil ha encontrado otro documento, de fecha posterior, en el que la dueña de la vivienda se la cede en usufructo. Los agentes han enviado dicho documento a su servicio caligráfico para que determine si la firma de la mujer es verdaderamente suya o está falsificada. Por otro lado, el comandante ha confirmado que desde hace unos años hay pocos movimientos en las cuentas bancarias de la tía desaparecida. Aunque hay ingresos de su pensión y gastos de recibos, no hay reintegros de efectivos o de estancia en algún tipo de residencia. Y es que, según indicó el detenido en un primer momento, su tía había ido a vivir a un asilo, aunque no recordaba cuál.

Sin embargo, las investigaciones no han localizado ni en Madrid ni en Ávila ni en ningún hospital, centro de salud o geriátrico cercano a la mujer. Por tanto, han señalado que "han barajado el móvil económico" como motivo de la desaparición "no voluntaria" de la tía del arrestado.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento