La imagen de una ciudad patas arriba en año electoral se repite en Madrid. La mejora macroeconómica y la refinanciación de la deuda municipal han servido a Ana Botella elevar las inversiones un 20%, lo que se va a traducir en más arreglos de calles, reformas de centros municipales y adecentamiento de los barrios y el patrimonio abandonados durante los últimos cuatro años. Otras alcaldes, como los de Parla, Móstoles, Alcalá o Coslada también se han puesto las pilas.

Las zanjas, las vallas y los martillos neumáticos ya han invadido una buena parte del centro con las mejoras en los suministros de la calle de San Mateo o del alumbrado en Eloy Gonzalo, la adecuación del paso subterráneo de Alberto Aguilera, los retoques en la zona peatonalizada de la calle de Fuencarral o la pavimentación de la Plaza de Vázquez de Mella. Sin embargo, estas no son las únicas que están en proyecto.

El Ayuntamiento ha presupuestado 175,5 millones de euros a repartir entre los 21 distritos de la capital con el objetivo de llevar a cabo "inversiones estratégicas".

Esta partida contempla las nuevas fases de restauración del Cuartel del Conde Duque y de la muralla islámica de la ciudad, la remodelación del entorno del barrio de Chueca (que ya ha comenzado) o la restauración de la fuente de Cibeles, que cuenta con una nueva iluminación. Las obras también llegarán al anillo verde ciclista, sometido a una remodelación, y al entorno del Manzanares, donde se ampliarán los usos recreativos y se instalarán plataformas para la práctica de la pesca.

Los trabajos más determinantes, sin embargo, se realizarán en los barrios, como la reforma del parque de bomberos número 8 en Puente de Vallecas, la ampliación de la biblioteca municipal de Orcasur, el pabellón cubierto de la pista de atletismo en el distrito de Latina, la adecuación de la carretera que une Carabanchel con La Fortuna o la mejora de recorridos, rampas y pavimento viario en Virgen de Begoña.

Además de estos, el Consistorio usará el remanente de tesorería alcanzado tras la refinanciación de la deuda municipal —y la posterior cancelación del plan de ajuste al que estaba sometida la ciudad— para lavar la cara a las instalaciones más usadas y, en muchos casos, más degradadas por la falta de mantenimiento.

Este plan extraordinario, conocido como de "inversiones financieramente sostenibles", pasa de los 48,5 millones presupuestados en 2014 a los 50,5 millones para 2015 (+4,1%) y se centra en edificios necesitados de saneamiento y adecuación a la normativa técnica de edificios. En total se realizarán 210 actuaciones.

Así, el Ayuntamiento pondrá en marcha la reforma del salón de actos de la sede del distrito de Moratalaz y del edificio de la Cruz Roja en los recintos feriales de la Casa de Campo. La biblioteca Pablo Neruda (Ciudad Lineal) se someterá a obras de protección contra incendios. El auditorio al aire libre del Parque de Pinar del Rey, abandonado, será restaurado. El centro de Alzheimer José Villarreal (Arganzuela) o el centro de mayores San Francisco (Centro) se beneficiarán de distintas actuaciones.

"Parece que el Ayuntamiento solo le entran las prisas cuando llegan las elecciones. Madrid necesita un gran plan de inversiones no ya para hacer nuevas instalaciones, sino para arreglar primero todo lo que se ha destrozado en los últimos años. El estado de la ciudad es desastroso porque desde 2007 no se ha hecho nada nuevo y la conservación se ha reducido al mínimo", lamenta Vicente Pérez, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid.

La FRAVM está llevando a cabo encuentros con los candidatos a la Alcaldía para plantear sus demandas, entre las que están la apertura de la nave Boëtticher de Villaverde y su uso como polo de empleo e innovación o la construcción de la biblioteca de San Fermín, prometida por Gallardón en el año 2008. "No vale hacer un presupuestillo, que solo da para arreglar las aceras de López de Hoyos (Chamartín), pero no para asfaltar la calle; o la chapuza que han hecho en la Avenida de Arcentales (San Blas), que se ha parcheado a trozos", insiste Pérez.

Madrid no es la única localidad que ha acelerado las obras en vísperas de los comicios del 24 de mayo. En los últimos días, Coslada ha acometido la limpieza del lago de La Rambla. Parla ha realizado obras en la calle Real, entre la Avenida de Las Lagunas y la M-408. Móstoles acaba de abrir el al tráfico el puente que atraviesa la A-5 por el acceso desde Villaviciosa a la calle Granada, que ha estado cerrado a la circulación por obras de refuerzo. Alcalá de Henares ha hecho lo propio con las calles de Ferraz, Cánovas del Castillo y la Plaza de la Constitución, sometidas a asfaltado y señalización.