La Fiscalía ya investiga el caso de presuntos malos tratos que durante los dos últimos cursos han estado sufriendo los niños que van a la guardería privada 'Sant Ángel' del barrio de Sant Andreu de Barcelona.

Los padres de algunos de los niños han salido en defensa de la responsable del centro, que se llama Rosa.

"Las acusaciones son infundadas. Estoy convencido de que en la guardería no se ha maltratado a nadie porque si lo creyera no traería a mi hijo aquí", ha manifestado Antonio Pelino, padre de un niós de dos aós que acude a la guardería.

El Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán) denunció ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) los presuntos malos tratos psíquicos y físicos que habrían recibido los niños de hasta tres años que van a esta guardería privada. La Fiscalia

Castigos severos

Según publica hoy El Mundo, entre los presuntos maltratos denunciados estarían el obligar a los niños a comerse sus propios vómitos o clavarles tenedores en las manos cuando jugaban o hablaban durante la comida.

Los niños de esta guardería sufren tirones de pelos y continuos cachetes y golpes en los labios por parte de la coordinadora, que cuando un niño se porta mal le obliga a sentarse en una silla colocada encima de una mesa, con el riesgo físico que ello supone.

Algunas veces, los niños son atados a las sillas para que no corran y han llegado a ser rociados con colonia en los ojos si no se portan bien durante la comida, según explica la edición barcelonesa de El Mundo.

Denuncia de los profesores

Los hechos fueron denunciados a finales de abril por un grupo de profesores del centro situado en la calle Neopàtria, testimonios de los hechos y que ya no trabajan en la guardería.

Además, el Síndic ha pedido información al Departamento de Educación de la Generalitat sobre este centro.

La responsable de la guardería niega los hechos en las páginas de El Mundo y acusa a unos antiguos profesores enemistados con la coordinadora del centro de haber hecho la denuncia.

Diversas inspecciones

La inspección educativa realizó una investigación el pasado mes de marzo mediante siete visitas al centro para hablar con los denunciantes, la denunciada, los padres e investigar las condiciones en la que estaban los niños. Educación decidió no actuar ya que consideró que

Simplemente se constató el incumplimiento de la normativa que obliga a tener a los niños de diferentes edades en clases separadas.

"De la antigua escuela"

Para el Departamento de Educación, los métodos y criterios educativos de la coordinadora pueden ser cuestionados o discutidos porque es muy "estricta" y de la "vieja escuela", pero se reconoce su "estimación hacia los niños".

Asimismo, los padres de los menores no tienen ninguna queja de estos métodos y están "encantados", según la Generalitat, con esta coordinadora.

No opinan lo mismo los seis educadores denunciantes que pidieron la baja y abandonaron el centro.