El ministro de Defensa, Pedro Morenés, considera un "éxito absoluto" que el Gobierno haya logrado que Israel acepte indemnizar a la mujer y la hija del cabo malagueño Francisco Javier Soria Toledo, fallecido el pasado 28 de enero en un ataque del Ejército hebreo en el sur de Líbano.

Así ha contestado Morenés al ser preguntado por los medios de comunicación en el Congreso después de que la madre del cabo haya anunciado que presentará una denuncia ante la Audiencia Nacional para que se investigue la muerte de su hijo.

Sobre este hecho, el ministro ha evitado hacer una valoración, alegando que horas antes ya lo había hecho su compañero de gabinete responsable de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo. "La valoración la ha hecho el ministro de Exteriores; el Gobierno ha hablado por su boca", ha resaltado.

Concretamente, Margallo ha señalado que "si la familia del cabo Soria entiende que tiene una pretensión legítima que puede dirigir contra el Gobierno de Israel, es una decisión que la familia tiene que tomar y que el Gobierno respeta".

España "ha hecho lo que tenía que hacer"

A la pregunta de si la denuncia puede afectar al acuerdo alcanzado entre los gobiernos español e israelí para que éste pague una indemnización a la mujer e hija del militar, Morenés señalado que España "ha hecho lo que tenía que hacer", que fue realizar una "investigación conjunta" con el Ejército hebreo y cuyas conclusiones fueron expuestas por el propio ministro la semana pasada en el Congreso.

"Y hemos conseguido una oferta de indemnización, creo que es un éxito absoluto de nuestra actuación y el resto es Estado de Derecho", ha subrayado Morenés, quien a la pregunta de si no le parece bien que la familia presente una denuncia, ha contestado que "no".

Varios errores

El ministro de Defensa confirmó la semana pasada que el cabo Soria falleció a causa de "varios errores" cometidos por el Ejército de Israel, según lo que se desprende de las investigaciones que se iniciaron tras el ataque y que corrieron a cargo del Ejército español, la ONU y el Gobierno hebreo.

Sobre esos errores, Morenés indicó que el Ejército israelí "asumió un riesgo excesivo al considerar como distancia de seguridad menos de 500 metros con respecto al objetivo", los artilleros "carecían de la posibilidad de efectuar corrección del tiro", y no tuvieron en cuenta "el alzado de las instalaciones" de la ONU —el cabo Soria se encontraba en una torre de observación de diez metros de altura— ni "los márgenes de error producidos por el viento".