El número de fortunas ha aumentado un 13% desde 2002, es decir, se han sumado 1.260 nuevos ricos y el perfil ha cambiado. Cada vez son más jóvenes, antes entraban en el club empresarios con más de 55 años y ahora la edad se ha reducido hasta la franja de 35 a 40 años.

Con el rejuvenecimiento también se han abierto los sectores con más presencia de profesionales liberales (dentistas, abogados, médicos, notarios, registradores),  vendedores de fincas... y el empresario tradicional.

Para los que puedan invertir

Los profesionales que gestionan grandes fortunas se decantan ahora por los fondos de inversión a renta variable, que son los que ofrecen más rentabilidad, aunque ellos prefieren estudiar cada caso antes de aconsejar al cliente. Advierten además que mucha gente está dejando el ladrillo como inversión.