El crimen de Majadahonda: dos desaparecidas, manchas de sangre y un casero satánico

  • La Guardia Civil investiga la desaparición de Adriana G., que pudo ser víctima de su casero, un español que ha estado ingresado por problemas psiquiátricos.
  • Fuentes de la investigación bajaran la hipótesis de que mató y descuartizó a su inquilina y posteriormente arrojó sus restos a la basura.
  • Se han encontrado restos de sangre humana en una trituradora, en la vivienda y en el coche de la víctima, hallado cerca del domicilio del sospechoso en Móstoles.
  • Podría haber más víctimas, pero los mandos policiales se muestran muy cautos ante la posibilidad de que el arrestado sea en realidad un asesino en serie.
Imagen de archivo de uno de los registros a la vivienda del descuartizador de Majadahonda, acompañado por efectivos de la Guardia Civil.
Imagen de archivo de uno de los registros a la vivienda del descuartizador de Majadahonda, acompañado por efectivos de la Guardia Civil.
Sergio Barrenechea / EFE
Imagen de archivo de uno de los registros a la vivienda del descuartizador de Majadahonda, acompañado por efectivos de la Guardia Civil.

La Guardia Civil inició a mediados de abril la búsqueda de Adriana G., una mujer argentina de 55 años desaparecida en Majadahonda después de la denuncia interpuesta por sus familiares. El paso de los días y el avance de las investigaciones han dado como resultado la detención de su casero, la sospecha de que podría haber más mujeres más implicadas en este asunto y varias incógnitas sin resolver. Este macabro puzzle que las fuerzas policiales intentan resolver ya se conoce como el caso del descuartizador de Majadahonda.

  • ¿Quién dio la voz de alarma? La familia de la argentina Adriana G., de 55 años, interpuso una denuncia el pasado 6 de abril en el cuartel de la Guardia Civil por su desaparición. Fue concretamente su hermano el que dio la voz de alarma, con el que conversaba a diario. De repente, empezó a enviarle solo mensajes de texto diciéndole que se iba al extranjero y que iba todo bien. Esto intranquilizó a su hermano, que la llamó repetidas veces sin obtener respuesta y decidió viajar desde Buenos Aires a Madrid. Las investigaciones llevaron a los agentes al chalé de la urbanización de La Sacedilla en Majadahonda, en el que vivía la mujer de alquiler junto a un hombre.

  • ¿Por qué han detenido a su casero? La Guardia Civil decidió detener a Bruno H., de 32 años, debido a que incurrió en contradicciones al ser interrogado por los agentes y tras hablar con varios vecinos de la zona. El hombre fue inmediatamente puesto a disposición judicial y luego enviado a prisión. Posteriormente se ha conocido que el detenido es un hombre con problemas psiquiátricos que ha estado ingresado en alguna ocasión por este motivo en el Hospital de Móstoles.

  • ¿De qué se le acusa y qué hipótesis se baraja? Está acusado de matar y descuartizar a su inquilina argentina y arrojar sus restos a la basura. Se baraja la hipótesis de que el sospechoso, probablemente en fechas cercanas al 1 de abril, en un ataque mató a su inquilina, que había regresado de Buenos Aires solo dos días antes. Posteriormente, probablemente la madrugada del 8 de abril, sabedor de que su familia en Argentina ya había alertado de su desaparición, se deshizo del cuerpo. Según fuentes de la investigación, primero intentó machacar el cadáver con una trituradora de carne, pero, al no lograr su objetivo, descuartizó el cadáver de su víctima y lo tiró en tres bolsas en diferentes contenedores de Majadahonda.

  • ¿Se ha hallado el cadáver de la víctima? Aún no. La búsqueda de esos supuestos restos en el vertedero de la localidad de Pinto, donde se llevan los residuos de Majadahonda, hasta el momento sigue sin dar resultado alguno. Hallar el cuerpo sería clave en el caso porque, como recuerdan fuentes de la Guardia Civil, "sino hay cuerpo no hay delito".

  • ¿Qué han encontrado en los registros? Se han producido ya varios registros en la bautizada como 'casa de los horrores'. De momento se han encontrado restos de sangre humana en una trituradora y en la vivienda. Se trata de una cantidad escasa y con apariencia de haber sido lavada con lejía o algún otro producto de limpieza, lo que puede dificultar que se pueda extraer ADN en las condiciones necesarias para poder ser comparado con el de la familia de la desaparecida y así determinar si pertenece a ella. La Policía también ha registrado su domicilio de Móstoles, donde residía habitualmente junto a su padre. Allí encontraron el móvil de la desaparecida, y en las inmediaciones de la casa su coche, donde se han hallado también restos de sangre humana. 

  • ¿Qué actitud ha mostrado el sospechoso? Según fuentes de la investigación, siempre se ha mostrado "tremendamente frío". El arrestado, que demuestra una y otra vez sus conocimientos de derecho penal, nunca ha aclarado por qué tenía una trituradora en casa o por qué el coche de la víctima ha aparecido en las inmediaciones de su domicilio habitual, en Móstoles. Ni una palabra tampoco sobre el móvil de la ciudadana argentina desde el que, supuestamente después de ser asesinada, su verdugo se dedicó a mandar mensajes de texto a su familia.

  • ¿Podría haber más mujeres asesinadas? Sí, entre ellas su tía, quien supuestamente hace cuatro años le dejó en usufructo el adosado de Majadahonda. Según el sospechoso, la mujer fue internada en una residencia de Ávila, pero asegura no recordar en cuál. La Guardia Civil también sospechaba que hayan podido correr la misma suerte que Adriana las otras mujeres que vivían anteriormente alquiladas en el inmueble. Todas ellas tienen en común que eran estaban solas y eran extranjeras. Sin embargo, la Guardia Civial ya ha localizado a cuatro de los seis inquilinos de la vivienda en los últimos años. De esta forma, habría dos mujeres desaparecidas: Adriana y su tía.

  • ¿Estamos ante un asesino en serie? Los mandos de la Policía Judicial de la Guardia Civil se muestran muy cautos ante la posibilidad de que el arrestado en Madrid sea en realidad un asesino en serie. Por el momento solo se investiga un único asesinato, pero el 'modus operandi', la frialdad del arrestado y su "perfil psicopático y esquizofrénico" hacen a los funcionarios temer lo peor.

  • ¿Qué dicen sus vecinos? Sus vecinos de Majadahonda siempre lo han calificado como una persona "muy retraída y con pocas amistades". Sin embargo, como ha publicado El Mundo, según sus vecinos en Móstoles, donde residió al menos diez años, Bruno realizaba ritos satánicos en su domicilio e invocaba a gritos a Lucifer. Además, compraba animales vivos en una tienda que luego sacrificaba y en varias ocasiones llegó a provocar pequeños incendios en su domicilio al practicar algún ritual sangriento. 

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