El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, ha llamado este martes a "renovar los votos" de la ciudad con la literatura ante la "aparente hegemonía" de lo audiovisual, con motivo de la celebración en 2015 del cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de El Quijote de Miguel de Cervantes.

Así lo ha señalado durante la visita oficial de la Corporación Municipal al Museo Casa de Cervantes con motivo del Día del Libro, en la que un año más se ha rendido el homenaje al autor y a la que han acudido, junto a los ediles, el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jorge Llorente, y la directora del centro expositivo, María Bolaños.

Durante su intervención frente a la entrada de la Casa —realizada a viva voz por un fallo del sistema de megafonía—, el alcalde ha recordado las palabras del filólogo, académico y estudioso cervantino Francisco Rico, quien destacó que a las pocas semanas de aparecer la novela, Quijote y Sancho "se convirtieron en iconos perdurables".

Asimismo, el regidor ha ensalzado "la grandeza de leer" que permite que "con cada lectura el lector se sabe único", tras lo que ha defendido el "respeto por las letras" que caracteriza a Valladolid.

Por su parte, María Bolaños ha subrayado la fusión de "lo popular con lo culto y cosmopolita", en la primera y famosa frase de El Quijote, con una primera parte —"En un lugar de La Mancha"— de ocho sílabas como los versos octosílabos empleados en los romances tradicionales castellanos, y una segunda —"de cuyo nombre no quiero acordarme"— endecasílaba como la usada en la poesía culta de la época.

Bolaños también ha hecho alusión al impacto que la obra tuvo en la sociedad del momento, como prueba que ya en junio de 1605, durante los festejos de la Corte en Valladolid, aparecieran representados algunos personajes disfrazados, algo que también está registrado en Perú dos años después y más tarde en otros lugares de Europa como Alemania.

Obra universal

Por lo que se refiere a la segunda parte de El Quijote, ha defendido que se trata de la mitad "más rica y compleja" de la obra cervantina, en la que "Sancho y Quijote ya saben de su celebridad y algunos personajes los reconocen en medio de sus aventuras". "Los protagonistas sabían que sería una obra universal y que hoy hablaríamos de ellos", ha añadido.

Bolaños también ha destacado cómo en esta parte "Quijote ya no está tan loco" como en la primera y "ya no vive en un mundo mágico e infantil", sino que se sitúa en un paisaje "más similar con la España contemporánea de Cervantes", que en 1615 —año de publicación de la segunda parte— se presentaba de forma "más decadente" que diez años antes, cuando se publicó la primera. "La segunda parte es mucho más pesimista, Don Quijote duda, tiene cierto desengaño, sus ilusiones se desvanecen", ha defendido la directora del Museo Casa (donde Cervantes vivió entre 1604 y 1606).

El acto ha concluido con la lectura de un fragmento de El Quijote por parte de la actriz vallisoletana Elisa Colías, concretamente el dedicado a las bodas de Camacho y Quiteria, capítulos XX y XXI de la segunda parte. Cervantes narra en este episodio cómo Don Quijote y Sancho llegan al lugar donde se iban a celebrar las bodas de Camacho y Quiteria, un rico labrador y una hermosa joven. Cuando aparecen los novios, surge entre los invitados el personaje de Basilio, un labrador pobre enamorado de ella que dará un giro inesperado al desenlace de la ceremonia.

La celebración del Día del Libro continuará el jueves 23 de abril con las tradicionales actividades que se desarrollan en la Plaza de España, mientras que a última hora de la tarde en el LAVA, el poeta Antonio Colinas declamará su poemario 'Canciones para una música silente'. Al día siguiente, 24 de abril, tendrá lugar la inauguración de la 48 Feria del Libro de Valladolid.