Uno de cada tres jóvenes andaluces querría emprender pero el 78% cree que es muy difícil llevarlo a cabo, según Adecco

Uno de cada tres jóvenes andaluces querría emprender pero el 78 por ciento cree que es muy difícil llevarlo a cabo, según la II Encuesta Adecco Jóvenes Emprendedores, que precisa que el 36,8 por ciento de los andaluces menores de 30 años preferiría trabajar por cuenta propia, ya sea creando su propia empresa (31,8 por ciento) o como autónomo (cinco por ciento) frente al 63,2 por ciento que escogería tener un empleo por cuenta ajena.

Uno de cada tres jóvenes andaluces querría emprender pero el 78 por ciento cree que es muy difícil llevarlo a cabo, según la II Encuesta Adecco Jóvenes Emprendedores, que precisa que el 36,8 por ciento de los andaluces menores de 30 años preferiría trabajar por cuenta propia, ya sea creando su propia empresa (31,8 por ciento) o como autónomo (cinco por ciento) frente al 63,2 por ciento que escogería tener un empleo por cuenta ajena.

Según el estudio, las principales razones que encuentran para pensar en emprender son, en primer lugar, "la ilusión de hacer algo propio (25,8 por ciento de respuestas), porque han detectado una oportunidad empresarial que puede tener éxito (16,6 por ciento) y para tener independencia personal (16,4 por ciento)".

También aparecen otros factores como la falta de oportunidades atractivas de empleo por cuenta ajena (11,8 por ciento) así como la falta de oportunidades relacionadas con su formación (10,9 por ciento). Menos importancia tienen opciones como la libertad de poder elegir el lugar y el tiempo de trabajo (9,7 por ciento), porque creen que se puede ganar más dinero (4,5 por ciento) o para no tener jefes (3,3 por ciento). Por último, hay un 0,9 por ciento de andaluces que querría emprender un negocio porque un familiar o amigo ya lo tiene montado.

En el otro sentido, los jóvenes que prefieren trabajar por cuenta ajena alegan para ello razones como tener un empleo estable (24,5 por ciento de respuestas), tener un sueldo fijo y regular (16,9 por ciento), pero también la falta de financiación para emprender (15,4 por ciento) o el miedo al fracaso (11,9 por ciento).

Sin embargo, más de tres de cada cuatro jóvenes piensan que es muy difícil emprender, un 78 por ciento, y señalan como principales obstáculos para ello "la falta de capital para poner en marcha el negocio (38,9 por ciento), la falta de una idea que pueda tener éxito (18,7 por ciento), el desconocimiento de los trámites a seguir (13,7 por ciento) y por la falta de financiación (9,9 por ciento)".

En menor medida detallan otros inconvenientes como los impuestos que hay que pagar (9,5 por ciento) o la falta de ayudas al emprendimiento (7,3 por ciento).

Contra este dato hay un 1,2 por ciento de jóvenes que cree que abrir una empresa es fácil y hay un 20,8 por ciento que piensa que es una tarea complicada pero perfectamente viable.

Además, más de nueve de cada diez jóvenes andaluces (94,1 por ciento) consideran que no existen suficientes ayudas públicas para financiar nuevos proyectos empresariales, frente al 5,9 por ciento que cree que sí. El 74 por ciento de ellos reconoce no estar familiarizado con las posibilidades de financiación para emprendedores.

Asimismo, uno de cada cuatro encuestados en Andalucía opina que son necesarias más ayudas económicas por parte del Gobierno para emprender.

El 21,3 por ciento también considera imprescindible "reducir la cantidad de trámites burocráticos que hay que realizar en nuestro país para montar un negocio", mientras que el 18,8 por ciento reclama más orientación para los futuros emprendedores.

Agregan que si pudiesen abrir su propio negocio, el 23,2 por ciento de los encuestados en la región lo haría con una empresa vinculada a la hostelería y la restauración, seguido de aquéllos que apostarían por un negocio relacionado con la enseñanza (17,2 por ciento), y los que lo harían por una empresa dedicada a la industria textil (10,1 por ciento).

Asimismo, son las mujeres andaluzas en mayor medida que los hombres quienes querrían emprender (57 por ciento de ellas frente al 52,1 por ciento de ellos) igual que son los jóvenes de entre 25 y 30 años los más dispuestos a hacerlo (62,2 por ciento frente al 37,8 por ciento de los que tienen entre 18 y 24 años).

Atendiendo a la situación laboral actual de los encuestados, el 57,8 por ciento de los jóvenes desempleados en Andalucía montaría su propio negocio si pudiera. Igual haría el 15,6 por ciento de los que ahora están estudiando pero aún no trabajan ni buscan empleo de manera activa, así como el 25,2 por ciento de jóvenes que trabaja por cuenta ajena.

Según la II Encuesta Adecco Jóvenes Emprendedores el 22,2 por ciento de los consultados en Andalucía piensa que la constancia y el trabajo duro son requisitos imprescindibles para que un proyecto salga adelante. Para el 10,1 por ciento lo fundamental es partir de una buena idea que sea garantía de éxito en el futuro, seguido de los que creen que la clave está en disponer de un amplio presupuesto (siete por ciento).

También ven importante un plan de negocio desde el principio que guíe la creación de la empresa y los pasos a seguir en el desarrollo del negocio (5,6 por ciento) o contar con capacidad de negociación con proveedores (1,6 por ciento). La mitad de encuestados (50,8 por ciento) cree que la fórmula del éxito pasa por todas estas opciones.

Lo que todos parecen tener claro es que se necesitan mayores ayudas por parte del Gobierno para poder favorecer el emprendimiento en España, y por tanto, en Andalucía. En primer lugar, más de 1 de cada 4 encuestados opina que son necesarias más ayudas económicas por parte de las administraciones públicas (27,6 por ciento).

El 21,3 por ciento también considera imprescindible reducir la cantidad de trámites burocráticos, mientras que el 18,8 por ciento reclama más orientación para los emprendedores, y otro 16,6 por ciento de respuestas indica que son necesarias más ayudas de tipo fiscal.

Agregan que si pudiesen abrir su propio negocio, el 23,2 por ciento de los encuestados por Adecco en Andalucía lo haría con una empresa vinculada al sector de la hostelería y la restauración, seguido de aquéllos que apostarían por un negocio relacionado con la enseñanza, así especificado por el 17,2 por ciento (academia de idiomas, centro formativo o escuela de negocio) y los que lo harían por una empresa dedicada a la industria textil, tales como tiendas de ropa, moda y complementos, (10,1 por ciento).

Otras opciones son empresas vinculadas a la abogacía y a las finanzas (9,1 por ciento), arte y diseño (8,1 por ciento), empresas de carácter social como fundaciones o patronatos (7,1 por ciento), comunicación audiovisual (6,1 por ciento) y al ocio (5,1 por ciento). Con el 5,1 por ciento se encuentran los negocios vinculados a la sanidad.

Comercio electrónico

Asimismo, si bien es cierto que ha aumentado el comercio electrónico en los últimos años, el 84 por ciento de los potenciales emprendedores andaluces se decantaría por un negocio "físico", es decir, con una estructura y unas instalaciones perfectamente identificadas (establecimiento, almacén o tienda).

El 5,6 por ciento apoyaría su negocio con la posibilidad de la venta por Internet como un complemento al negocio físico y un 10,4 por ciento apostaría por una empresa únicamente 'on line'. Aun así, tres de cada cuatro encuestados reconoce que es fundamental tener una página web corporativa que ayude a dar a conocer la empresa.

Hablando del ámbito geográfico, el 90,4 por ciento de los jóvenes encuestados en Andalucía querría abrir su negocio en España, seguidos de aquéllos que escogerían otro país de la UE (5,8 por ciento). Muy pocos son los que cambiarían de continente para emprender su aventura.

Para el 48,8 por ciento de los encuestados sería positivo si dentro de 10 años tuviesen un nivel de ingresos suficiente para mantenerse, aunque hay un 35,2 por ciento al que le gustaría convertirse en un gran empresario. El 14,4 por ciento de los jóvenes se sentiría satisfecho si pudiese ampliar su negocio y llegar a ser una pyme mientras que un 1,6 por ciento vendería su pequeña empresa o proyecto a otra más grande.

En cualquier caso, si fracasaran en su primera aventura empresarial, el 66,4 por ciento estaría dispuesto a volver a intentar montar su propia empresa.

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