Sólo unos cuantos lo sabían, y sólo unos pocos pudieron disfrutarlo. El grupo escocés Franz Ferdinand, uno de los grandes valores de la escena británica actual, ofreció ayer y antes de ayer dos conciertos sorpresa en Glasgow, en los que presentó algunas de sus nuevas canciones.

La expectación era palpable. Alex Kapranos y compañía han firmado dos de los álbumes más exitosos de la nueva hornada de pop británico.

Tocaron el cielo con su debut homónimo, y repitieron la fórmula y el éxito dos años después con You could have it so much better with... Temas como "Take me out" (elegida la mejor canción de lo que va de siglo XXI por Rolling Stone) o "Do you want to" se han hecho un hueco en el olimpo de las canciones más radiadas y bailadas de los últimos años.

Actualmente, el grupo se encuentra inmerso en el desarrollo de las canciones que formarán parte de su tercer trabajo, que tienen previsto publicar a principios de 2008. Y para comprobar la reacción del público ante las nuevas composiciones, nada mejor que tocar en su ciudad ante sus seguidores más fieles.

"An english goodbye", "Anyone in love", "Favourite lie", "New thrill" o "Turn it on" son los títulos de algunas de las nuevas canciones que sonaron en el club Grand Ole Opry, en dos conciertos para los que sólo se vendieron 600 entradas por noche, tal y como había adelantado el grupo en su blog. Los grupos Bricolage y The Royal We fueron los encargados de telonearles.

El bajista de la banda, Bob Hardy, adelantó recientemente en la página web del grupo que Franz Ferdinand actuarán también por sorpresa en Nueva York, y que invitarán a otras formaciones para que toquen con ellos.