En todas estas terrazas se sacan a la calle 4.781 mesas y 19.124 sillas. De este modo, si todos los vallisoletanos empadronados en la ciudad quisiéramos sentarnos a la vez tendríamos que competir sólo con otros 15 por conseguir asiento.
No obstante, pese al elevado número de terrazas, son relativamente pocas las que se colocan mal y cortan el paso a los peatones.
El año pasado la Policía Municipal multó a 54 establecimientos por poner mal la terraza, teniendo en cuenta que se revisan todas tres veces al año y los agentes de barrio las vigilan a diario. La mayoría de las sanciones son por tener más sillas de la cuenta y también por colocarla de forma que estorba a los peatones o impide el paso a los portales.
«No hay muchos problemas y antes de llegar a la sanción los agentes llaman la atención al establecimiento. Cuando reincide o hay muchas quejas es cuando se llega a la multa», explican desde la Policía Municipal.
Una inversión para pensarse
Para muchos bares, la terraza es un negocio redondo, pero hay casos en los que es mejor echar cuantas antes de sacarla. Una terraza media de Valladolid cuenta con ocho mesas. Si está en el centro, el local debe pagar 70,37 euros por cada una (593 euros todas), y en los barrios más alejados, 46,94 euros (375 euros, todas). Si cobran 40 céntimos de más en terraza que en barra, tiene que poner entre 150 y 250 refrescos para amortizarla.
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