Un total de 54 personas desempleadas y empadronadas en Valladolid ocuparán los espacios que han quedado vacantes en los huertos que puso en funcionamiento el Consistorio hace justo un año y que, con ello, tienen ocupadas las 183 parcelas disponibles para esta segunda campaña de siembra hortícola.

El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, el concejal de Desarrollo Sostenible, Jesús Enríquez, y el director de la Escuela de Ingeniería Agrícola (INEA), Félix Revilla, han explicado en la sede de la Red Incola el funcionamiento de estos huertos a varios de los nuevos hortelanos y les han entregado las autorizaciones de uso.

Se trata de 54 nuevos desempleados que completan las vacantes que había del año pasado, cuando no se pudo completar el cupo de 183 parcelas, y las que han dejado las personas que han encontrado trabajo. Todos ellos podrán acceder a los huertos, de en torno a 50 metros cuadrados de superficie, ya a partir de este viernes.

De estas 54 autorizaciones, cinco corresponden a huertos situados en la zona del Jardín Botánico en la Victoria, 17 en la calle Valle de Arán, 15 en Los Santos-Pilarica, y otros 17 en Parque Alameda, que son las cuatro localizaciones en las que hay huertos municipales.

Las personas que han accedido a ellos se encontraban en lista de espera y logran una parcela al hacerse con alguna de las vacantes. El alcalde de Valladolid y el representante de INEA han querido destacar que una parte de ellas se ha debido a que personas que el año pasado disponían de una parcela han perdido el derecho a tenerla porque han encontrado trabajo.

En el caso de que uno de los usuarios del sistema encuentre empleo, ha matizado León de la Riva, se le permite terminar la temporada si tiene tiempo para encargarse del cuidado del huerto, y al finalizar el período de cesión el 31 de diciembre la parcela queda libre.

Quienes acceden a su explotación son personas mayores de edad, empadronadas en la capital desde hace al menos un año y se encuentran inscritas como demandantes en el Servicio de Empleo Público Estatal. La cesión de la parcela en régimen temporal permite utilizar la producción hortícola obtenida para autoabastecimiento, pero no para comercialización.

Los cultivadores contarán con el asesoramiento de dos ingenieras agrónomas de INEA que coordinarán el funcionamiento de los espacios para huertos, darán consejos, mostrarán los medios de trabajo y se encargarán de que cumplan sus derechos y obligaciones. El regidor se ha referido a algunas de ellas, como la prohibición de utilizar sustancias químicas como pesticidas o fertilizantes y la de cultivar patata para evitar la aparición de plagas de escarabajo.

Asimismo, si se comprueba que alguno de los adjudicatarios incumple una de las condiciones, entre las que también figura el utilizar la producción para consumo particular, o abandona el cultivo, se le podrá revocar la cesión.

Cabe recordar que los hortelanos tienen a su disposición tanto casetas para guardar aperos como el suministro gratuito de agua para riego. La provisión de semillas, herramientas y otros útiles necesarios para el cultivo deberán ser aportados por el usuario.

León de la Riva ha destacado que en la ciudad existen ya unos 600 huertos municipales, entre estos 183 y los 426 situados en el camino viejo de Simancas y que se destinan a personas jubiladas. De hecho, ha aseverado que ésta última es "una de las cosas" de las que se siente "más orgulloso" tras 20 años de mandato.

El regidor ha insistido en que la experiencia en la gestión de estos huertos —los de jubilados suman ya 11 años de trayectoria— se ha comprobado que las relaciones entre los usuarios son "muy buenas", ya que se cuidan los huertos entre ellos si un día no pueden estar, y comparten la convivencia así como "meriendas".

En todo caso, ha apostillado que también se ha dado el caso de personas que han dejado los huertos porque "no es lo que pensaba", por lo que ha recordado un dicho popular que apunta "si quieres a tu marido muerto, ponle un huerto".

"resultados muy positivos"

Por su parte, Félix Vallejo ha explicado que el primer año de vigencia del proyecto de huertos urbanos para desempleados ha arrojado "resultados muy positivos", según la encuesta realizada por personal de INEA entre los usuarios, con el fin de mejorar el proyecto. Así, la iniciativa es puntuada con una nota de notable o sobresaliente por el 94% de los entrevistados.

Así, Vallejo ha resumido que esta labor permite que las personas desempleadas "estimulen la autoestima, tengan autoabastecimiento y mejore la salud psíquica y física". De hecho, el 96% de los usuarios de los huertos considera cumplidas sus expectativas con el cultivo de la parcela y todos ellos recomendarían participar en el proyecto a otras personas.

Vallejo a recordado que el programa de huertos compartidos o de explotación comunitaria, que también comenzó en 2014, comprende 2.300 metros cuadrados de superficie, con arreglo al plan de gestión elaborado por INEA y que en las cuatro zonas existentes existe un huerto comunitario de mayor tamaño en el que pueden participar tanto usuarios desempleados como vecinos de la zona y cuya producción se destinará a bancos de alimentos de ONG como Red Íncola, Entrevecinos o el propio Banco de Alimentos.