CCOO de Enseñanza de Asturias ha mostrado este viernes su oposición y rechazo al borrador del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que regula las características de las pruebas finales de Primaria, Secundaria Obligatoria y Bachillerato, conocidas como "reválidas" de la Lomce. Será a través de un modelo con 350 preguntas de respuesta múltiple, con cuatro opciones cada una.

A través de una nota de prensa, el sindicato considera que el borrador "empeora" un modelo de evaluación "que utiliza la diversidad del alumnado como factor de exclusión". El test de 350 preguntas de cuatro opciones supone más del doble que la mayoría de exámenes de oposición a cualquier cuerpo o escala de funcionarios, señalan desde la organización. "Se antoja realmente difícil adivinar cómo van a resultar realizables para los alumnos con más dificultades", han manifestado.

A juicio de CCOO, el centro de la acción educativa se desplaza del alumno a la prueba, ya que los docentes, con objeto de no desfavorecer la promoción de sus alumnos, deberán centrar sus esfuerzos en las respuestas, y mucho menos en la adaptación de la enseñanza a las necesidades y posibilidades reales de su alumnado.

Además, han explicado que se indica que los centros harán un cuestionario sobre las condiciones socioeconómicas y culturales del entorno para contextualizar la prueba, pero no regula los criterios de uso. "Es decir, no sabemos si el contexto analizado ha de tener o no un impacto en los resultados que obtenga el centro; o si solo servirá para abundar en la publicidad de unas características que podrían estigmatizar todavía más los centros", han señalado.

Consideran que con estas pruebas lo único que se hace es básicamente medir y no evaluar. "No requieren previo conocimiento del proceso de aprendizaje del alumnado y no están pensadas para mejorar los procesos de enseñanza, que es la función fundamental de la evaluación", han lamentado.

Consideran que uno de los objetivos de estas pruebas es el de regular la cantidad de alumnos que podrán acceder a la educación superior en el país. El otro objetivo, afirman, es "ejercer un elevado nivel de control sobre lo que se enseña y se aprende en los centros, generando una enseñanza homogénea y estándar que no responde a los verdaderos principios y fines que debería tener un sistema educativo como el que defendemos".