El Palacio de Navarra ha recibido este miércoles la visita del Ángel de Aralar, en el marco del recorrido que la efigie de San Miguel efectúa por Pamplona durante la semana siguiente a la de Pascua de Resurrección.

La tradicional ceremonia, que se remonta a 1925, ha comenzado a las 11 horas y ha contado con la presencia de los miembros del Gobierno foral, encabezados por la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, así como de cerca de un centenar de personas, en su mayoría empleados públicos.

La efigie ha llegado a la puerta principal del Palacio de Navarra, donde aguardaban los asistentes, portada por el capellán auxiliar del santuario de Aralar, Jesús María Sotil, al son de los acordes del Himno de Navarra.

Desde allí ha sido trasladada hasta la capilla en un desfile procesional que ha recorrido las escaleras regias y las galerías centrales de la Planta Noble, escoltada por el Rey de Armas y los maceros, flanqueada por los alguacilillos porta-cirios y seguida por los miembros del Gobierno y el resto de asistentes.

La procesión ha terminado en la capilla, donde se ha celebrado una eucaristía, que ha sido oficiada por el párroco de la iglesia de San Nicolás, de Pamplona, Santiago Cañardo, ha informado el Gobierno foral en un comunicado.

Durante su homilía, el sacerdote, que ha calificado a San Miguel como el "protector del Reino de Navarra", ha recordado la leyenda de Teodosio de Goñi para invocar la ayuda de Dios ante las nuevas "acechanzas del dragón" como son "la injusticia, la insolidaridad, la desigualdad, la corrupción o la falta de respeto a la vida y dignidad del ser humano".

Santiago Cañardo también ha expresado su deseo de que "la caridad, la justicia y la paz" guíen la política en vez de "la voluntad de poder, la ambición y la soberbia", para así "construir una sociedad cada vez más justa".

Al término de la misa, los asistentes han venerado la reliquia del "lignum crucis", que porta la imagen del Ángel, y, de nuevo en procesión, han acompañado a la efigie hasta la puerta del Palacio, donde se ha realizado la bendición a los asistentes y al conjunto de Navarra.

La celebración religiosa ha estado amenizada por la Capilla de Música de la Catedral de Pamplona, bajo la dirección del maestro, Aurelio Sagaseta, y con Julián Ayesa como organista.