Botella saca a la calle las 'motomultas' para cazar a cientos de coches mal aparcados al día

  • El Ayuntamiento ha puesto en funcionamiento cuatro motocicletas capaces de detectar los coches que no han pagado el SER mediante la lectura de matrículas.
  • Los vehículos están dotados de un terminal que envía los datos a los controladores de cada zona para agilizar las multas.
  • Los controladores del SER ponen una media de 3.000 sanciones diarias | El nuevo sistema ayudaría a poner unas 900 más cada jornada.
Operario del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) de Madrid conduciendo una de las motocicletas dotadas con cámara para multar a los usuarios que no pongan el tique a la hora de aparcar en la calle.
Operario del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) de Madrid conduciendo una de las motocicletas dotadas con cámara para multar a los usuarios que no pongan el tique a la hora de aparcar en la calle.
J.J.
Operario del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) de Madrid conduciendo una de las motocicletas dotadas con cámara para multar a los usuarios que no pongan el tique a la hora de aparcar en la calle.

Ana Botella se va a despedir de la Alcaldía de Madrid con una innovación que promete polémica. El Área de Movilidad, que depende del concejal Diego Sanjuanbenito, ha sacado a la calle de tapadillo las que pronto se conocerán como 'motomultas': cuatro motos —de las ocho disponibles a día de hoy— destinadas a cazar a aquellos conductores que no hayan pagado por aparcar en la calle o que no renueven a tiempo el tique del SER.

El Ayuntamiento tuvo que admitir a principios de año que estaba probando un sistema para agilizar las sanciones a los infractores, después de que los vecinos de Madrid comenzasen a ver en las calles cinco coches con dispositivos electrónicos en el techo y rotulados con la leyenda 'Estacionamiento Regulado Inteligente'.

Estos vehículos eran solo la avanzadilla, porque nada dijo el Consistorio de su siguiente iniciativa: las motocicletas. Cuatro unidades del fabricante Piaggio dotadas con una cámara situada en un mástil y una caja de registro circulan ya por las avenidas de la ciudad —dos en la mitad norte y otras dos en la mitad sur— practicando el que pronto se convertirá en el método habitual de control del aparcamiento, según confirmó a 20minutos un portavoz de Movilidad.

Las máquinas detectan la matrícula de cada coche y discriminan si tiene tarjeta de residente, si está al corriente de pago, si debe abonar el precio del parquímetro o si ha renovado el tique a tiempo. En caso de no cumplir las condiciones, el sistema envía un aviso al terminal del controlador de zona más próximo para que este se dirija al punto indicado para sancionar al infractor. El propietario del coche solo podrá librarse de la multa si llega antes que el operario.

El Ayuntamiento cambió las reglas del SER el pasado 1 de enero. Los usuarios ya no tienen que dejar visible el tique, por lo que los controladores se ven obligados a teclear manualmente cada matrícula para saber si los madrileños están cumpliendo las reglas. "Estos nos hace perder mucho tiempo", confiesa Amaya Amilibia, responsable sectorial de CC OO.

Los nuevos coches y las 'motomultas' llegan para acelerar ese trabajo, reduciendo el tiempo de respuesta y dirigiendo a los controladores allí donde más se les necesita.

Las motocicletas son más rápidas y versátiles, lo que les proporciona una capacidad de barrido mayor. "Nosotros podemos tardar más de media hora en comprobar solo una hilera de coches en una avenida. Estos vehículos lo hacen en una sola pasada. Las motos, además, pueden entrar en las calles más estrechas y moverse en las de un solo sentido sin problema, con lo que recaudarán más", detalla Amilibia.

Medida "recaudatoria"

El rendimiento de esta inversión, opinan los trabajadores, está fuera de duda: si los 700 controladores que componen el servicio son capaces de poner unas 3.000 multas de media al día, según datos del propio Ayuntamiento, los coches y las 'motomultas' incrementarían esta cifra en, al menos, un 30%, unas 900 más por jornada. La penalización por aparcar sin el distintivo apropiado es de 90€, que se reducen al 50% (45€) en caso de pago anticipado.

"Es una medida completamente recaudatoria. Supone ahondar en un sistema que no está perfeccionado, porque nos siguen llegando reclamaciones de multas mal puestas por errores en la tarificación o por el mal funcionamiento de los parquímetros. Además, podría tener problemas jurídicos debido a la captación de datos de particulares", denuncia Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA).

Los empleados de las empresas adjudicatarias del Servicio de Estacionamiento Regulado también recelan de la iniciativa. "Van a hacer falta técnicos para los parquímetros y recaudadores, ¿pero qué ocurrirá con los controladores? Tememos por nuestros puestos de trabajo si las multas se automatizan, porque ya no tendremos que patrullar todas las calles, sino que iremos a tiro hecho, según lo que nos digan las máquinas. El servicio saldrá a concurso en 2017 y entonces veremos lo que ocurre", se resignan desde CC OO.

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